El telescopio espacial James Webb supera con creces a su predecesor, el telescopio Hubble, en varios aspectos clave. El lanzamiento del James Webb a finales de 2021 ha sido un gran logro para la NASA y la comunidad científica en general, ya que este nuevo telescopio representa un avance radical en la toma de imágenes espaciales.
Una de las principales ventajas del James Webb es su tamaño. Con un espejo primario de 6.5 metros de diámetro, es mucho más grande que el Hubble, cuyo espejo primario mide 2.4 metros de diámetro. Esto significa que el James Webb puede capturar más luz y recopilar datos más detallados, lo que permite a los astrónomos estudiar objetos más distantes y oscuros en el universo.
Otra ventaja importante del James Webb es su capacidad para observar en longitudes de onda infrarrojas. Mientras que el Hubble principalmente observa en luz visible y ultravioleta, el James Webb puede ver a través de regiones oscuras del espacio que el Hubble no puede.
Las longitudes de onda infrarrojas pueden penetrar a través del polvo cósmico y los gases que bloquean la luz visible, lo que significa que el James Webb puede ver objetos que el Hubble no puede, de acuerdo con lo explicado por ADN.
El cúmulo de Pandora confirma cuál es más poderoso
La NASA ha publicado imágenes que ilustran las diferencias entre el Hubble y el James Webb. En una imagen del cúmulo de Pandora, capturada por ambos telescopios, se puede apreciar claramente cómo el James Webb ha revelado nuevas galaxias que no habían sido captadas por el Hubble.
El cúmulo de Pandora actúa como una lupa natural para las galaxias distantes en el fondo, un efecto conocido como lente gravitacional. Gracias a su mayor tamaño y capacidad infrarroja, el James Webb puede detectar objetos más débiles y distantes que el Hubble, lo que lo convierte en una herramienta invaluable para la astronomía y la astrofísica.