Dolor de cabeza en el espacio, el sufrimiento del 70% de los astronautas: estas son las razones

Tanto en la Tierra como en el espacio, los dolores de cabeza afectan el día a día de las personas. En el caso de los astronautas en la Estación Espacial Internacional, la dolencia es mucho más incómoda: no pueden descansar como lo harían en el planeta, acostados, sin ruido y a oscuras.

Además, cada tripulante de una misión debe cumplir con determinados objetivos diarios. La presión es mucho mayor.

De acuerdo con Robert Frost, director de operaciones de vuelo de la NASA, cerca del 70% de los astronautas en misiones de larga duración a bordo de la ISS reportan dolores de cabeza.

La cifra se reduce si la misión es más corta: el 69% de los astronautas hombres y el 55% de las mujeres. Lamentablemente los datos son de 2017, no existen más recientes.

Posibles razones del dolor de cabeza en el espacio

¿Qué causa el dolor de cabeza en el espacio? Frost indica que la microgravedad es el motivo principal. Los fluidos, en lugar de acumularse en la parte inferior del cuerpo (como sucede cuando están en la Tierra), se distribuyen uniformemente por todo el cuerpo.

Así, los tripulantes de la estación tienen más líquido flotando en su cabeza que las personas en el planeta.

“Esto puede causar congestión y presión, que provocarían el dolor de cabeza”, señala Frost, citado por Forbes. “Esa presión también puede afectar la forma de los ojos, cambiando la vista de los astronautas, lo que puede generar dolores de cabeza”.

El factor dióxido de carbono

La NASA, en un trabajo de 2015, explicaba que la atmósfera de una nave espacial tiende a tener una mayor concentración de dióxido de carbono que el aire que se respira en nuestro planeta.

Por cada mmHg de aumento de la presión parcial de dióxido de carbono, la probabilidad de padecer dolores de cabeza se duplica.

Otros motivos son el ruido en la Estación Espacial Internacional y el estrés en el espacio, además de la lejanía de los seres queridos.

Los astronautas deben apelar a calmantes (los normales que se consumen en la Tierra, pero en cantidades superiores) y a una alimentación balanceada, buscando reducir las posibilidades de sufrir el dolor de cabeza.