Alan Shepard es parte importante de la historia espacial de Estados Unidos. Fue el primer astronauta de la NASA en realizar un vuelo suborbital, segundo humano luego del soviético Yuri Gagarin. Además, se erigió en la quinta persona en llegar a la Luna.
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Y la primera y única en jugar golf en nuestro satélite natural.
Nacido en New Hampshire en 1923 (el 18 de noviembre se cumplen 100 años de su natalicio), Alan Bartlett Shepard Jr. fue piloto en la Segunda Guerra Mundial, antes de unirse a la NASA.
Miembro de los Mercury Seven, los primeros astronautas estadounidenses, el 5 de mayo de 1961 realizó un vuelo suborbital a bordo de la cápsula de la nave Mercury Redstone 3.
Lo logró 23 días después que Yuri Gagarin alcanzara el espacio. Aunque representó un golpe en el ego de Estados Unidos, supieron devolverlo a lo grande, llevando a la Luna a Neil Armstrong y Buzz Aldrin en 1969.
Shepard interrumpiría su labor como astronauta por 10 años, debido a una enfermedad que le ocasionaba vértigo. Tras una operación, se integró al Programa Apolo.
Alan Shepard, en el campo de golf llamado Luna
En 1971, Shepard comandó la misión Apolo 14, llegando a la Luna el 5 de febrero de 1971, junto con Ed Mitchell. Pero Shepard quiso dejar algo más que su huella y, con un palo de golf especialmente preparado por la NASA, realizó dos tiros.
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Fue difícil, engorroso por el traje, pero con una sola mano mandó a volar dos pelotas. La primera, a 22 metros; la segunda, a 37 metros.
De acuerdo con el portal Space, el astronauta había tenido la idea luego de una visita del cómico Bob Hope al entonces Centro de Naves Espaciales Tripuladas de la NASA, hoy Centro Espacial Johnson. Hope siempre aparecía en sus actos con un palo de golf, y así se inspiró Shepard para su hito.
Con los tiros, Shepard demostró también la atracción gravitacional de la Luna, que es una sexta parte de la de la Tierra.
¿Dónde están las pelotas y el palo de golf usados por el astronauta?
Antes de viajar a la Luna, conversó con el director del centro espacial, Bob Gilruth, sobre su plan. Luego de una negativa inicial, Shepard lo convenció.
“Quiero esperar hasta el final de la misión, pararme frente a la cámara de televisión, golpear estas pelotas de golf con este palo improvisado, doblarlo, meterlo en mi bolsillo, subir la escalera y cerrar la puerta”, contó Shepard a Gilruth. Efectivamente, lo hizo.
Las dos pelotas quedaron en la Luna, mientras que el palo, una cabeza de hierro Wilson Staff Dyna-Power 6 unida a una herramienta de muestreo, fue cedido al Museo de la Asociación de Golf de Estados Unidos, en Nueva Jersey.
Alan Shepard fallecería el 21 de julio de 1998, a los 74 años, víctima de leucemia. Hoy no solo es uno de los astronautas más respetados en la historia, sino también el único golfista espacial.
