Diez veces más grande y quince veces más pesada que el Sol, X3 es la estrella más joven hallada en la Vía Láctea. Un grupo de investigadores del Instituto de Astrofísica de la Universidad de Colonia realizó el descubrimiento.
Periodísticamente lo describen como “un bebé cósmico” por su juventud: tiene “apenas” decenas de miles de años.
Encabezado por el alemán Florian Peissker, el equipo publicó los resultados este año en The Astrophysical Journal.
El centro de la Vía Láctea, conocido como Sagitario A*, es un agujero negro supermasivo que crea nuevos astros luminosos. Uno de ellos es la estrella X3.
El origen de la estrella X3
De acuerdo con los investigadores, X3 se originó en una extensa nube de polvo que orbita alrededor del agujero negro supermasivo.
“Las propiedades de la formación de estrellas están bien definidas y requieren entornos caracterizados por una temperatura lo suficientemente baja (menos de 20 K) y una alta densidad de gas”, afirmó Peissker, citado por el portal Sci News.
“Por el contrario, la temperatura de los filamentos de polvo gaseoso en el centro de nuestra Vía Láctea supera la temperatura del gas de 6000 K y la temperatura del polvo de 250 K”.
De acuerdo con Peissker, la velocidad de dispersión de todos los objetos conocidos cerca de Sagitario A* supera los valores numéricos típicos en las regiones de formación estelar en varias magnitudes.
“Debido a la presencia de Sagitario A*, las fuerzas de marea dificultan la acumulación de gas, que es necesaria para la formación de estrellas”, recalca el investigador.
¿Cómo llegaron a descubrir al “bebé cósmico”?
Los astrónomos usaron casi tres décadas de datos de cuatro telescopios diferentes para estudiar un objeto estelar altamente dinámico, cercano a Sagitario A*.
X3 probablemente pertenece a un cúmulo estelar llamado IRS 13, que cumple las condiciones para la formación de estrellas: un anillo de gas y polvo, frío y protegido contra la radiación destructiva.

“Con su gran masa de alrededor de 10 masas solares, X3 es un gigante entre las estrellas, y estos gigantes evolucionan muy rápidamente hacia la madurez”, dijo Michal Zajacek, astrónomo de la Universidad de Masaryk y coautor de la investigación.
“Tuvimos la suerte de detectar la estrella masiva en medio de la envoltura circunestelar en forma de cometa. Posteriormente, identificamos características clave asociadas con una edad temprana, como la envoltura circunestelar compacta que gira a su alrededor”.

