Espacio

Estamos viviendo el ciclo solar 25, ¿qué significado tiene para la humanidad?

El máximo solar ocurrirá en 2025: por los momentos, los efectos superan cualquier tipo de predicción.

Llamaradas solares

El ciclo solar 25, que inició en 2019 y culminará en 2030, se encuentra en pleno desarrollo y la humanidad está viviendo sus efectos. De acuerdo con la NASA, llegaremos al máximo solar en 2025… pero, ¿qué significa todo esto?

La agencia aeroespacial explica que la actividad del Sol tiene un ciclo natural de 11 años. El astro pasa de una calma relativamente tranquila a una tormenta, y luego pasa de nuevo a la calma.

El clima espacial y su influencia en la Tierra

En su punto más activo, llamado máximo solar, el Sol está salpicado de manchas y sus polos magnéticos se invierten: según la NASA, el equivalente en la Tierra sería como si los polos norte y sur cambiaran cada década.

Pero cuando el astro pasa por el mínimo solar, las manchas son pocas y distantes entre sí. “Está tan blanco y sin rasgos como la yema de un huevo”, dice la agencia norteamericana.

Los efectos del ciclo solar 25 en la humanidad

¿Qué influencia tiene en la humanidad, en nuestro planeta? Mucha. Con mayor actividad aumentan los eventos meteorológicos espaciales, como las erupciones solares, que afectan las comunicaciones por radio, las redes eléctricas y las señales de navegación.

Además, se plantean riesgos importantes para las naves espaciales, los satélites y los astronautas.

“Dependemos cada vez más de la tecnología basada en el espacio y de la infraestructura terrestre que es susceptible a la naturaleza dinámica del mismo”, señala la NASA. “Para muchas nuevas partes interesadas comerciales y gubernamentales, este ciclo solar que ya es más fuerte de lo esperado será el primero que navegarán”.

Llamarada solar

Los efectos del ciclo solar en su etapa máxima son varios y de vital importancia. Disminuyen la resistencia de los satélites, degradan las capacidades de comunicación y navegación por radiofrecuencia, y atacan la salud de las personas en aviones y estaciones espaciales.

La NASA impulsa misiones para medir el sistema ionósfera-termósfera, con el fin de mitigar los impactos del clima espacial en la infraestructura. El más reciente es el de la Constelación de Dinámica Geoespacial (GDC), que proporcionará observaciones coordinadas a escala global de la región ionósfera-termósfera.

Tags

Lo Último


Te recomendamos