Marte es el próximo objetivo de la NASA y gran parte de la ciencia espacial, una vez que se concrete el regreso a la Luna. No sabemos si Elon Musk llegará a viajar con la misión tripulada que vaya hacia el planeta rojo, pero seguramente lo va a intentar.
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Nuestro vecino planetario esconde múltiples misterios que la humanidad necesita explorar para confirmar dos de sus hipótesis más fuertes: el hecho de que tuvo vida en el pasado o que va encaminado a albergar el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.
Hay Indicios para creer cualquiera de las dos teorías. Las marcas en su tierra demuestran que sobre Marte pasearon abundantes caudales del agua antes de que su atmósfera se viera afectada y las condiciones de ese mundo cambiaran por completo.
Otra situación es que existe la posibilidad de que el humano cree las condiciones en las que se pueda recuperar su capa de ozono y así se permita el desarrollo de la vida.
Sin embargo, por ahora sigue siendo un amplísimo terreno lleno de polvillo rojo; de allí su apodo, que en ocasiones no se demuestra ya que su superficie de recubre de un blanco intenso, producto de los inviernos en este planeta que está a unos 57.6 millones de kilómetros de la Tierra.
Marte: el planeta “Blanco”
¿Si hay nieve, hay hielo; y si hay hielo, existe el agua? Es la premisa que todos sacan de inmediato. Y aunque sí hay indicios de que el vital líquido está en Marte, este no es uno de ellos.
Para explicar la presencia de nieve en Marte se tiene que entender que los copos que caen sobre los terrenos son cúbicos. Eso quiere decir que las moléculas de agua se unen entre sí formando de inmediato una especie de hielo seco, nunca llega al estado líquido.
“Marte es un lugar muy seco, pero si vas al lugar correcto, encontrarás agua y hielo, tal como ocurre en la Tierra”, señaló Sylvain Piquex, experto que trabaja en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
