¿Poseído por un ente alienígena? ¿Era un extraterrestre? Pocas historias tan extrañas como la de Rafael Pacheco Pérez, un piloto que protagonizó una de las anécdotas en México más misteriosas y relacionadas con la vida fuera de la Tierra.
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Como recuerda un informe publicado en el sitio web de Muy Interesante, Pacheco era alumno de la Escuela de Aviación de México. El 21 de junio de 1976, sobrevolaba la zona de Chimalhuacán, en el estado de México.
Cuando iba a bordo de la avioneta XV-ZOX, los radares dejaron de captarlo. Una hora después de “desaparecer”, la aeronave volvió a ser observada, pero tenía un destino inesperado: el puerto de Acapulco.
Lo extraño sobre el lugar al que llegó es que la distancia entre Chimalhuacán y Acapulco es tres horas en total, tomado en cuenta el modelo de la avioneta en la que volaba.
¿Qué ocurrió en esa hora? El relato misterioso
No hay respuestas para la hora en la que desapareció la avioneta y cómo llegó en tan poco tiempo al puerto, pero lo más misterioso del caso es el indescifrable mensaje extraterrestre de Rafael Pacheco.
A continuación, las palabras exactas del piloto. Algunas frases pueden lucir sin sentido.
“Él está hablando porque así se le ordena, es decir, esta es su voz, él está hablando pero no por su propia voluntad. Lo estamos utilizando a él como si fuera… sí, lo estamos utilizando como un micrófono...
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No importamos mucho, ni de dónde somos, ni de dónde venimos, básteles saber que nosotros somos seres de este universo al que ustedes pertenecen. Nuestro planeta está a muchos años luz, pero eso lo vuelve a repetir antes que parezca confuso: nosotros somos físicamente iguales a ustedes, les vuelvo a repetir que todas las razas del universo somos físicamente iguales...
Ustedes no están solos en el universo y hay otras razas que estamos alejando de ustedes pero los estamos observando”.
Un misterio sin resolver
Para muchos expertos, Rafael Pacheco estaba en una especie de trance cuando expresó estas palabras. Su mensaje fue recibido a través de la frecuencia 123.45 megahertz por el controlador de tráfico aéreo Carlos de Kretschy, quien rápidamente dio aviso a las autoridades.
Cuando aterrizó, autoridades policiales y de salud lo recibieron para trasladarlo al Centro de Salud de Acapulco. Allí pudieron comprobar que no consumió ningún tipo de estupefaciente ni droga.
Además, un técnico analizó la avioneta y comprobó que tenía casi la totalidad del combustible, el aspecto técnico más extraño de este misterio, ya que un viaje desde el centro de México a Acapulco hubiese consumido casi todo el tanque.
La otra gran rareza fue el testimonio de Pachecho. Cuando todos esperaban respuestas sobre su travesía, la hora en la que desapareció de los radares y su declaración extraterrestre, se limitó a decir que no recordaba nada. “Solo sentía que tenía sueño y que estaba a punto de dormirme”, declaró, sin ofrecer pistas sobre su misterioso caso.
