Bautizada como la Piedra Hipatia en honor a la matemática egipcia que murió a manos de fanáticos religiosos, esta roca extraña de 30 gramos encontrada en la Tierra 1996 tiene un origen espacial: proviene de una extraña supernova.
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La piedra fue hallada cerca de la frontera entre Egipto y Libia y en principio se determinó que se trataba de un meteorito. Sin embargo, los avances en la ciencia han permitido encontrar que no era un simple meteoro.
Investigadores citados en el sitio web de Gizmodo explican que la composición química y el patrón de la roca sugieren que los fragmentos contienen elementos de la nube de polvo y gas que rodea a una supernova de tipo Ia, una muy inusual.
Las supernovas Ia son aquellas que ocurren cuando una enana blanca densa subsume a otra estrella. El geoquímico Jan Kramers de la Universidad de Johannesburgo, en Sudáfrica, dio más información sobre este fenómeno en el estudio publicado en IFLScience.
“Durante miles de millones de años, esa mezcla de polvo y gas se habría convertido en un sólido, formando finalmente el cuerpo principal del que salió Hipatia en algún momento cercano a la creación de nuestro Sistema Solar”, expresa Kramers.
El experto añade: “En cierto sentido, podríamos decir que hemos captado una explosión de supernova Ia en el acto, porque los átomos de gas de la explosión quedaron atrapados en la nube de polvo circundante, que eventualmente formó el cuerpo principal de Hipatia”.

La roca no se formó en el Sistema Solar interior
A través de técnicas detalladas de análisis químico no destructivo, los investigadores observaron 17 objetivos diferentes en una pequeña muestra de Hipatia. A partir de ahí, intentaron juntar pistas sobre dónde había estado la piedra y cómo se había formado.
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Notaron niveles inusualmente bajos de silicio y manganeso, lo que sugiere que la roca no se formó en el Sistema Solar interior. También notaron altos niveles de hierro, azufre, fósforo, cobre y vanadio, lo que nuevamente hace que el objeto se distinga de cualquier otra cosa que hayamos visto cerca de la Tierra.

Además, el estudio demostró que esta piedra espacial no coincidía con una supernova de tipo II por la cantidad de hierro en comparación con el silicio y el calcio, por lo que todo apunta a que se trata de una tipo Ia, la primera que de la que se encuentran rastros en nuestro planeta.
Kramers destacó: “Si esta hipótesis es correcta, la piedra Hipatia sería la primera evidencia tangible en la Tierra de una explosión de supernova tipo Ia”.
“Quizás igualmente importante, muestra que un paquete anómalo individual de polvo del espacio exterior podría incorporarse en la nebulosa solar a partir de la cual se formó nuestro Sistema Solar, sin estar completamente mezclado”, concluyó el geoquímico.