Hubo un tiempo en que Gotenks entraba a pelear, soltaba un “¡Tarán!” y medio planeta entendía que venía problema. Hoy, ese mismo torbellino rubio vive en un limbo narrativo: demasiado fuerte para ser irrelevante, pero demasiado “recurso cómico” para ser decisivo.
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Con el manga de Dragon Ball Super en pausa y rumores de nuevos proyectos animados, su retorno estelar no es imposible, solo… cuesta arriba.
De meteoro a meteorito: cómo Gotenks perdió tracción
En Dragon Ball Z, Gotenks apareció como la carta sorpresa de la saga de Buu: talento bruto, actitud sobrada y transformaciones que aceleraron el mito del Super Saiyan 3.
Luego llegó la era Super, Beerus puso orden de una cachetada cósmica y la fusión de Goten y Trunks nunca volvió a levantar vuelo del todo.
En la adaptación al manga de la Saga de los Superhéroes se les dio foco a los chicos, sí, pero Gotenks quedó, otra vez, atrapado entre el gag de la fusión chueca y el comentario de “promete, pero…”.
La gran muralla: el manga de Super está en pausa (y sin fecha)
La ruta natural para su “arco redentor” habría sido el regreso del manga con un conflicto tipo Freezer Negro y la posibilidad de ver a Gotenks recuperar seriedad.
El problema: la publicación está detenida, el propio Toyotaro se ha movido a proyectos personales y la revista que aloja la serie ya avisó que 2025 se va sin nuevas páginas. Sin ring, no hay show. Y sin saga, no hay chance de que Gotenks demuestre que no es solo un recuerdo glorioso de la era Buu.
Luz verde en el semáforo del anime: la otra puerta que se abre
Que el manga esté parado no significa que el universo Dragon Ball se haya quedado sin ki. Capsule Corp Tokyo y Akio Iyoku preparan anuncios para 2026, y todo apunta a proyectos animados con independencia creativa de Super.
Ese detalle es vital: en la cronología de DAIMA —o en una secuela espiritual con tono aventurero— Gotenks vuelve a ser una pieza pesada.
Vegeta apenas rozaba el SSJ3 en esa franja temporal, mientras que la fusión ya lo dominaba; dicho de otra forma, Gotenks recupera “estatus de jefe” casi por contexto.
¿DAIMA 2 con pandilla juvenil? La jugada que lo pondría de nuevo en cancha
Si el nuevo anime decide apostar por la camada joven (Goten, Trunks, Pan… y Gohan aún “teen” en esa época), el encaje es perfecto.
El tono ligero favorece a un personaje que siempre combinó exceso de confianza con creatividad absurda (hola, Aros Galácticos y Fantasma Super Kamikaze).
Y si el equipo creativo se anima a tocar transformaciones “clásico-queridas”, una evolución estilo SSJ4 para Gotenks en ese marco sería fanservice con sustancia, no solo nostalgia vacía.
El dilema creativo: de chiste a clutch, sin perder la chispa
Para que Gotenks vuelva “de verdad” no basta con plantarlo en pantalla. La serie tendría que devolverle dos cosas: seriedad situacional (que su entrada cambie dinámicas de batalla) y arco de disciplina (entrenamiento real, no solo talento heredado).
Mantener el humor —sus poses, su fanfarronería— es parte de su ADN, pero el guion debe usarlo como condimento, no como plato principal. Cuando Gotenks es amenaza y no solo sketch, Dragon Ball gana variedad en combate y personajes.
¿Entonces regresa o no regresa?
En el corto plazo, confiar en el manga de Super para su redención es apostar al viento. Pero los probables anuncios de anime abren un carril alternativo, quizá más cómodo para el personaje: cronología propicia, tono adecuado y espacio para brillar sin quedar tapado por Goku y Vegeta versión “dioses y derivados”.
El veredicto: difícil, sí; improbable, no. Si hay una franquicia capaz de convertir una fusión desordenada en un regreso triunfal, esa es Dragon Ball.
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Gotenks no levanta cabeza desde Super y su mejor chance no está en el manga —en pausa—, sino en un nuevo anime que se ubique en tiempos DAIMA o cercanos, apueste por el elenco joven y lo devuelva al rol que mejor le sienta: arma impredecible que puede decidir peleas, con humor incluido pero controlado.
Si eso ocurre, preparen el “¡Tarán!” y las entradas al estadio.