Hay juegos que marcaron la historia, y Space Invaders es uno de esos clásicos inmortales. Lanzado en 1978 por Taito, es el “matamarcianos” por excelencia. Pero aunque muchos piensan que todo en ese juego fue intencional, la verdad es que la mecánica más memorable surgió por error. Sí, esa aceleración que te ponía los nervios de punta cada vez que eliminabas a un invasor… no estaba planeada.
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¿Qué pasó realmente?
El creador del juego, Tomohiro Nishikado, diseñó Space Invaders usando una computadora basada en el procesador Intel 8080, que en ese entonces era una maravilla de la tecnología. Pero había un detalle: el pobre procesador no daba abasto.
Al comenzar una partida, había 55 enemigos en pantalla. Eso significaba que la CPU tenía que hacer un montón de cálculos y dibujos por segundo, y el juego iba a paso lento. Pero conforme ibas eliminando enemigos, el procesador respiraba aliviado, tenía menos trabajo… y el juego empezaba a ir más rápido.
No fue por diseño. No fue una idea genial para aumentar la tensión. Fue simplemente el resultado de un cuello de botella tecnológico.
¿Por qué no lo corrigieron?
Primero, porque era 1978. El hardware era caro, los recursos escasos y encontrar programadores expertos no era tarea fácil. Cambiar la lógica del juego requería tiempo y dinero que no tenían.
Segundo, porque ese “fallo” funcionaba. Al desarrollador le gustó cómo se sentía esa aceleración progresiva y decidió dejarla tal cual. Y los jugadores también la amaron. El aumento de velocidad al final de cada ronda se convirtió en parte esencial del encanto del juego.
Tercero, porque el hardware tampoco permitía muchas maravillas. El Intel 8080 funcionaba a 2 MHz y apenas tenía unos miles de transistores. No había margen para implementar una lógica más avanzada sin comprometer la estabilidad del juego.
Un error que se volvió historia
Space Invaders no solo inventó el género de disparos en 2D, también demostró que a veces los errores técnicos pueden convertirse en mecánicas brillantes. Lo que comenzó como una limitación terminó siendo una característica que millones de jugadores recuerdan con cariño hasta hoy.
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Así que la próxima vez que juegues Space Invaders y sientas cómo se acelera la cosa, recuerda: eso que te tiene al borde del asiento fue pura casualidad. Y eso, tal vez, es lo que lo hace aún más genial.