DOOM dejó de ser solo un shooter legendario hace rato. Hoy, es prácticamente un benchmark cultural para cualquier dispositivo con pantalla. ¿Quieres saber si tu microondas es potente? Corre DOOM. ¿Tu tostadora tiene firmware? Corre DOOM. Y ahora, la locura llega a su punto más insólito: un vaper. Sí, leíste bien. Un cigarro electrónico corriendo uno de los videojuegos más influyentes de todos los tiempos. Bueno... más o menos.
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El vaper que se convirtió en consola retro
El protagonista de esta historia es el Aspire PIXO, un modelo de vaper que tiene una diminuta pantalla LCD de 323x173 píxeles, ideal para ver... bueno, vapor y menús. Pero para el usuario @atc1441 en GitHub, eso no fue suficiente.
Con un poco de creatividad y un firmware personalizado, logró hacer que su vaper mostrara DOOM en pantalla. No, no lo ejecuta nativamente (todavía), pero la imagen es 100% real. ¿Cómo? Usando una app de streaming de pantalla desde una PC. En otras palabras: el vaper actúa como monitor.
¿Pero entonces “corre DOOM” o no?
Bueno, técnicamente no. El Aspire PIXO tiene apenas 64 KB de RAM, lo cual es como tratar de correr Elden Ring en una patata con WiFi. El DOOM original ya pedía unos modestos 4 MB en su momento, lo cual suena a poco hoy, pero es una galaxia de diferencia frente al hardware de este vaper.
Aun así, la gracia no está en la ejecución real, sino en el ingenio. El juego parece estar corriendo dentro del vaper. Es como si miraras por una ventanita pixelada a 1993… mientras exhalás una nube de vapor.
La tradición DOOM: ¿Corre o no corre?
Este experimento es parte de una vieja tradición gamer-tecnológica: ejecutar DOOM en todo lo que tenga botones y una pantalla. Ya lo vimos en:
- Calculadoras TI-84
- Cajeros automáticos
- Refrigeradores inteligentes
- Cámaras digitales
- Test de embarazo (sí, en serio)
Y ahora se suma el vaper, como el gadget más random en sumarse al club.
¿Y si algún día lo corren de verdad?
El sueño de ejecutar DOOM de forma nativa en un vaper sigue vivo. En este caso no fue posible, pero no sería la primera vez que alguien reprograma un dispositivo hasta romperle el alma con tal de lograrlo. Versiones ultraligeras de DOOM existen, y no sería raro que algún loco con tiempo y un soldador lo consiga eventualmente.
Porque si algo nos enseñó DOOM, es que nunca se rinde.
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El legado inmortal de DOOM (ahora con nicotina)
Más allá del meme, lo que hace tan genial este tipo de experimentos es que celebran la esencia del juego original: eficiencia, optimización y pura acción. En 1993, DOOM ya demostraba que podía llevarse al límite el hardware disponible. Hoy, su espíritu vive en proyectos como este… aunque sea en un objeto diseñado para hacer vapor.