Dragon Ball nos dejó ver crecer a Goku, Gohan, Trunks y Bulma; sin embargo, existe un selecto grupo que, episodio tras episodio, luce exactamente igual que el primer día. Entre justificaciones divinas, cuerpos artificiales y decisiones de diseño, repasamos a los eternos “jóvenes” de la franquicia.
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10) Chaoz: el “niño” que nunca cambió
Es humano, pero su estética de muñeco de porcelana nunca evolucionó. Desde la Escuela de la Grulla hasta sus cameos en Z, GT y Super, Chaoz conserva la misma cara, estatura y gesto. No es inmortal: simplemente nunca se definió una versión adulta para él, así que quedó congelado en ese look.
9) Dr. Brief: alma vieja desde el inicio
El genio detrás de Capsule Corp ya parecía un veterano cuando conocimos a Bulma. Bata blanca, cigarrillo ladeado y el gato Scratch al hombro: tres décadas después, sigue igual. Probablemente “envejeció” pronto a su versión canosa y ahí se quedó.
8) Androide 17: juventud envasada al vacío
Su “ecosistema” artificial lo mantiene intacto. Entre Z y su regreso estelar en el Torneo de Poder, 17 apenas cambia de outfit. Los androides de la Red Ribbon no envejecen como humanos y, aunque 18 ha tenido variaciones de peinado, él prácticamente es el mismo de siempre.
7) Oolong: el cambiante que no cambia
Como metamorfo, Oolong podría disimular la edad… pero ni le hace falta. Desde Dragon Ball hasta sus apariciones posteriores, su diseño permanece. Cuando comparte escena con Roshi, Yamcha o Krilin (que sí envejecen), el contraste lo delata: él sigue idéntico.
6) Emma Daio-Sama: burocracia eterna, apariencia eterna
Juez del Más Allá y figura divina, su edad es incalculable. Aun así, Dragon Ball pudo haberle agregado canas o barba más larga para marcar paso del tiempo; no lo hizo. Resultado: el mismo rostro severo y el mismo bigote negro, siempre.
5) Adivina Baba: quinientos años y ni una arruga nueva
Hermana mayor de Roshi y con más de cinco siglos encima, ya partía de un diseño “muy viejo”. De ahí en adelante, no había mucho margen para añadir vejez sin convertirla en esqueleto. Por eso, desde su primera aparición, su look quedó fijo.
4) Kaio del Norte: envejece… pero no se le nota
El Kaio que entrenó a Goku en el Planeta de la Gravedad tiene antecedentes de una versión joven (visto en materiales canónicos). Sabemos que su raza envejece, pero en pantalla su apariencia no se altera: antenas, lentes y túnica, sin señales visibles del reloj.
3) Abuelo Gohan: siempre en modo “abuelo”
Murió antes de que arranque la historia principal y sólo lo vemos en recuerdos o como espíritu. Como falleció anciano, su imagen quedó congelada ahí. No hay versiones jóvenes en la serie principal, por lo que su “eterna vejez” es la única que conocemos.
2) Mr. Popo: inmutable… salvo un guiño en DAIMA
El guardián del Mirador luce exactamente igual desde el arco de Piccolo Daimaō. En Dragon Ball DAIMA, un gag lo muestra niño (revelando cuernos y origen demoníaco), prueba de que sí “creció”. Pero una vez adulto, su diseño permaneció pétreo.
1) Ten Shin Han: el estoico que no se despeina
Serio, ascético y siempre rapado, Ten es reconocible al instante. Al presentarlo ya parecía adulto; sin cabello ni rasgos que variar, su evolución visual es mínima. Cambia el gi, cambia el contexto… Ten se mantiene igual, sólido como una roca.
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Entre dioses, espíritus, androides y decisiones artísticas, Dragon Ball tiene sus “ageless”. Y aunque a Bulma le vendría bien ese secreto, parte del encanto está en esta galería de rostros que el tiempo no puede tocar.

