Después de una larga espera, Nintendo está listo para actualizar su famosa consola portátil para dar paso a la tan esperada ,Nintendo Switch 2 si bien la original tuvo versiones posteriores como la Switch Lite y la Switch OLED, mantuvieron la misma arquitectura interna, diferenciándose únicamente en el tamaño y la calidad de sus pantallas pero no en el poder.
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El tener como base a la primera versión de la consola, daba restricciones de un hardware obsoleto representaban un desafío significativo para los estudios de desarrollo, quienes debían recurrir a ingeniosas técnicas para adaptar sus creaciones a la consola. A pesar de estas dificultades, la Switch se consolidó como la consola portátil más vendida a nivel global, superando las 150 millones de unidades despachadas.
La llegada de la segunda generación de la Switch, cuyo lanzamiento está previsto para el 2 de abril, ha generado gran expectación entre los desarrolladores. La nueva plataforma promete superar las limitaciones previas, gracias a una Unidad Central de Procesamiento (CPU) más potente y una mayor capacidad de memoria de acceso aleatorio (RAM), según fuentes de la publicación Automaton.
La conversión de juegos de otras plataformas a la Nintendo Switch implicaba un arduo proceso, debido a las limitaciones del hardware, especialmente en lo que respecta a la RAM, en comparación con las consolas de Sony y Microsoft. Esta restricción obligaba a los desarrolladores a optimizar al máximo los archivos y texturas, para evitar saturar la memoria de la consola.
Las limitaciones de la CPU también exigían una considerable inversión de tiempo en la optimización de los juegos, para agilizar la carga de texturas y entornos. Esta tarea, que a menudo implicaba la inclusión de pantallas de carga adicionales, impactaba negativamente en el rendimiento general de la consola.
En cuanto a la Unidad de Procesamiento Gráfico (GPU), las restricciones eran similares. La necesidad de reducir la resolución de 1440p y 4K, disponibles en las consolas de sobremesa, a 540p y 720p en el mejor de los casos, representaba un desafío adicional. La adaptación de juegos de otras plataformas a la Switch se asemejaba a resolver un complejo rompecabezas, donde las limitaciones de memoria, CPU y GPU debían ser superadas simultáneamente.
La Nintendo Switch original se lanzó en Estados Unidos a un precio de 299 dólares sin embargo, un precio de 399 dólares, lo que se traduciría en un costo mínimo de 429 euros en el continente europeo.

