Xbox de Microsoft irrumpió en el mercado de los videojuegos en el mes previo a las Navidades del 2001. Era, en su momento, la mejor consola de la industria por encima de la Sony PS2 y la Nintendo Game Cube.
Bien lo describen los colegas de Hobby Consolas, “era una PC disfrazada de consola”. La calidad de las imágenes y la potencia del aparato superaba por mucho a sus competidores.
Y aunque no fue un éxito de ventas, 24 millones hasta el 2006 (por debajo de las 150 millones de PS2) marcó un antes y un después en la industria de los videojuegos al meter a Microsoft en la competencia del mercado.
La Xbox, marca reconocida a nivel mundial, no se iba a llamar de esa manera. Seamus Blackley, líder del equipo que creó la consola, confiesa el verdadero nombre del aparato y por qué decidieron cambiar al última hora.

El nombre original de la Xbox era DirectX Box, ya que la consola estaba basada en la tecnología DirectX de Microsoft. Sin embargo, el nombre se consideró demasiado técnico y difícil de recordar, por lo que se decidió cambiarlo.
Esta identificación para la consola fue propuesta por Seamus Blackley. Pensó que el nombre era simple, fácil de recordar y que hacía referencia a la tecnología DirectX.
En su momento, el mismo Blackley argumentó estas razones para el cambio de nombre:
“El nombre Xbox fue una de las últimas decisiones que tomamos. Originalmente se llamaba DirectX Box, pero eso era demasiado técnico. Queríamos algo que fuera más fácil de recordar y que hiciera referencia a la tecnología DirectX. Xbox era un nombre simple, pero tenía un significado. Era una caja de juegos que utilizaba DirectX”.
Pero ahora, revela en un mensaje de su cuenta de Twitter un curioso motivo que también consideraron para cambiar el nombre.
