Bulma y Número 18 tienen personalidades que son completamente opuestas, si las analizamos tal y como las muestran en el canon de Dragon Ball. La primera es una inteligente y científica aventurera, y la otra es una guerrera que pasó por un trauma para ser transformada en una humanoide.
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Sin embargo, ambas coinciden en algunos aspectos relacionados a estar siempre vestidas acorde a lo que dicte alguna situación.
Bulma es un poco más superficial con su apariencia; muestra de ello son los recientes deseos que pidió a Shenlong en la reciente película, Dragon Ball Super: Super Hero.
Mientras que Número 18, aunque sí le gusta la moda y la vestimenta apegada a la actualidad, también tiene una fuerte relación con las artes marciales. Ambas deben ser las mujeres más representadas en cosplay y FanArts realizados por los millones de seguidores en el mundo entero.
Uno en especial, que obviamente venimos a abordar en esta reseña, las combina en una especie de crossover. En un universo alterno, la Número 18 habría vivido las mismas situaciones que Bulma y terminó vistiendo el traje de conejita con el que aparece en los primeros arcos de Dragon Ball.
Sabemos que Número 18 jamás se pondría este atuendo. Pero el ilustrador de Elite Nappa imaginó un escenario en el que sí. Y además, con su toque e estilo característico, la hizo exageradamente voluptuosa para exhibir unos atributos que la bioandroide de la Patrulla Roja no tienen en el canon.
La ilustración se completa con un fondo en el que aparece el rostro de Krilin cuando era niño.
