En “Please Hold to My Hand”, el cuarto episodio de The Last of Us, Joel Miller (Pedro Pascal) protagoniza una escena que confirma lo difícil que es la movilización en medio de un apocalipsis zombie o, en este caso, por el hongo Cordyceps en búsqueda de gasolina.
En lo que va de programa hemos visto cómo Joel y Ellie (Bella Ramsey) tienen que recorrer largas distancias y esquivando a los infectados. Cuando por fin logran hacerse con un vehículo, una Chevrolet S-10, empieza el dilema del combustible.
Como recuerda un informe publicado en el sitio web de Motor Pasión, la gasolina no dura 20 años y se degrada mucho antes, por lo que es imposible que hayan transcurrido dos décadas y que Joel pueda seguir utilizando el combustible de otros autos.
El truco no funcionaría en la vida real en medio de un apocalipsis
A comienzos del cuarto capítulo, vemos a Joel extrayendo gasolina de otro auto para insuflarlo a la pickup. Curiosamente, Ellie y su protector conversan al respecto. “¿Tenemos que hacer esto cada hora?”, pregunta la adolescente, a lo que Joel responde: “La gasolina se estropea con el tiempo. Esta es casi agua”.
De acuerdo con el reporte, tras dos décadas en el depósito del oxidado y abandonado automóvil, la gasolina no se podría usar ni siquiera con esta técnica. Podría aguantar de tres a seis meses, como mucho un año.
Los carburantes se degradan debido a la oxidación y el tiempo que tardan en echar a perder sus propiedades varía por múltiples factores, como la composición del propio combustible, la temperatura, la incidencia de la luz o la presencia de metales que catalizan la oxidación, entre otros.
Expertos insisten en que la gasolina puede mantenerse óptima por uno o dos trimestres. En ese intervalo de tiempo, puede variar su estado por la temperatura a la que esté expuesta. Por ejemplo, a 20ºC comenzaría a degradarse en seis meses y a 30ºC en tres meses.

