Si hay una palabra que describe globalmente a los controles de las consolas de Xbox es comodidad, no solo dicho por los jugadores de los dispositivos de Microsoft, sino por gamers de todo el mundo que juegan con equipos de otras marcas.
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El mando de la gran X tiene muchos seguidores también entre los jugadores de PC, ya que tiene compatibilidad con computadoras, lo que mejora la experiencia de juego.
Sin embargo, como cualquier otro terminal electrónico, el control podría presentar fallas. Es un mando inalámbrico, por lo que podría tener problemas de conexión.
A continuación, con información del sitio web Somos Xbox, explicaremos algunas soluciones para los problemas de conectividad de los controles de las Xbox, ya sea sienes alguna One, una Series X o S o si lo utilizas en tu computadora.
El control de Xbox no conecta con la PC
Este es un problema específico en computadoras con sistema operativo Windows, y es que Microsoft solo permite que estén ocho dispositivos conectados de forma inalámbrica. Es decir, que si hay ocho equipos conectados, el mando de Xbox no podría conectar con la PC.
Esta situación podría presentar incluso si los ocho dispositivos están guardados en la sección de Dispositivos e impresoras. La solución es simple: sigue la ruta Windows > Panel de Control > Dispositivos e impresoras.
En ese apartado, se visualizarán todos los dispositivos conectados. Allí, verifique no se encuentre conectado un viejo o equipo o un terminal que no estés utilizando, desactívalo e intenta conectar nuevamente el control de Xbox.
Afortunadamente, en el caso de los usuarios de las consolas, esto no debería presentarse, a menos que el mando no tenga nada de batería.
¿Qué hacer si el control se desconecta con frecuencia?
Hay varios escenarios por los que un mando de Xbox podría desconectarse frecuentemente. El primero es si se quedaron sin energía las baterías. El segundo, para las PC, que haya un problema de conexión con el adaptador de Microsoft, que esté mal colocado en puerto USB o que ese puerto se haya dañado. Prueba con otro.
Otra cosa que podría ocurrir es que se apague después del tiempo de programación de Xbox. Los controles están programados para apagarse luego de 15 minutos de inactividad para ahorrar batería.
Si está cargado y está a menos de 10 metros de la consola, debería funcionar sin problemas. También es importante verificar que las baterías estén puestas correctamente.
Si el problema persiste luego de las verificaciones anteriores, puede que el componente que hace que el control pueda conectarse forma inalámbrica se haya dañado.
¿Y si la luz del control no deja parpadear?
Cuando presionas el botón Xbox del control y este parpadea eso quiere decir que no está vinculado o emparejado con la consola o el ordenador. Por lo general, parpadea algunos segundos mientras se conecta con la consola o si pasaste de una PC a una consola o viceversa, ya que solo puedes estar conectado a un dispositivo a la vez.
Hay una solución temporal y otra definitiva: la primera es conectar el mando con un cable USB a tu Xbox para hacer el emparejamiento. No debería ser necesario, pero si el parpadeo es recurrente es una buena opción.
La segunda y definitiva solución es llevar el control a servicio técnico o comprar uno nuevo si no es posible repararlo.
Dejó de encender el control
Si esta pesadilla se convierte en realidad, no grites de desesperación. Calma. Si el control no enciende, lo primero que hay que hacer es verificar el estado de las baterías.
Si utilizas una recargable, retírala e instala dos pilas AA o AAA, dependiendo del control que tengas. Eso permitirá determinar si la batería recargable se dañó.
En caso de que el control no encienda ni siquiera con las pilas, significa que la conexión interna de alimentación de energía está defectuosa, por lo que no queda otra que comprar un nuevo mando para tu Xbox.