Desde Canadá se avecina la más reciente amenaza para la tranquilidad de todo Estados Unidos. Curiosamente no se trata de un riesgo extranjero o militar que cualquiera podría imaginar en primera instancia. A menos que lo primero en lo que hayan pensado fuera una manada de supercerdos con gran inteligencia.
El anterior párrafo podría parecer una broma torcida o materia de una narración de absoluta ficción, sobre todo en el contexto actual de altas tensiones a nivel global. Donde pareciera que existe una creciente paranoia y preocupación de que otras naciones o hasta alienígenas puedan invadir en particular ese territorio del continente americano.
Pero la retorcida realidad es que Estados Unidos hoy en día se encuentra bajo el peligro verdadero de una amenaza más latente, seria, real, tangible y hasta letal: una jauría desbocada de supercerdos canadienses que pueden romper totalmente el equilibrio de muchos sistemas.
Estos animales destruyen cultivos, atacan especies más débiles que consideren hostiles, transmiten enfermedades, viajan en grupo, son más inteligentes que un puerco normal, por décadas han incrementado su número sin control y van de camino hacia Estados Unidos.
La amenaza es real y su arribo al territorio de dicha nación puede suponer más de algún predicamento para todos los ciudadanos.
La historia del supercerdo canadiense que invadirá Estados Unidos
La historia, según comparten los amigos de The Guardian, va más o menos así: los primeros exploradores y colonos trajeron al cerdo doméstico a América allá por el año de 1500, siendo usado por años como animal de granja.
Por allá de 1900 se trajo entonces al jabalí euroasiático para usarlo como presa en actividades de cacería deportiva. Pero luego ambas especies comenzaron a cruzarse.
No sucedió nada con esta raza híbrida por muchos años, siglos, pero en la década de los 80 un grupo de granjeros canadienses tuvo la idea de cruzar esta variante porcina doméstica con jabalíes, dando origen así a los supercerdos.

Sus aparentes ventajas parecían obvias: son más grandes, producían más carne y era más fácil de cazar en las reservas canadienses. Pero con lo que no contaban es que se escaparía un número aparentemente inofensivo de especies hace algunos años.
De manera que en la última década han crecido en su número hasta el grado de convertirse en una amenaza. Los supercerdos salvajes canadienses pesan hasta 300 kilogramos, arrasan cultivos, propagan enfermedades, son mucho más inteligentes que sus antecesores y hasta pueden llegar a matar animales mucho más grandes, como ciervos y alces.
Inicialmente cuando las primeras especies se dieron a la fuga a finales del siglo XX se pensaba que el frío extremo de Canadá podría extinguirlos, pero ahora vemos que simplemente no sucedió.
Se reportan hasta la fecha casos de presencia de estos supercerdos en 34 Estados del país anglosajón. Así que bien podría afirmarse que la invasión ya ha sucedido.
