Ciencia

Los necrobots están aquí: científicos crean robots a partir de cadáveres de arañas

Se abre la era de la necrobótica. Investigadores de la Universidad de Rice utilizaron los cuerpos de arañas para crear robots muertos o necrobots.

El concepto de los necrobots, robots construidos a partir de entes muertos, es algo relativamente reciente y salido casi del reino de la ciencia ficción. Pero en ocasiones, como acaba de suceder con la Universidad de Rice, la realidad termina alcanzando a lo que inició como producto de la (retorcida) imaginación.

Las arañas son insectos impresionantes que también representan una extraña fuente de fascinación para muchos individuos. Al grado tal que muchas personas suelen tenerlas como mascotas en sus hogares.

Pero independientemente de ello uno de los factores más fascinantes en torno a los arácnidos son las cualidades de su anatomía, donde su constitución física bien podría ser considerada como una obra maestra de mecánica e ingeniería.

Esa por lo menos parece ser la postura de los científicos investigadores de la Universidad de Rice que terminaron convirtiendo una serie de cadáveres de arañas en robots con forma de pinza.

Los necrobots hechos con arañas con la Universidad Rice

El proyecto de investigación completo, firmado por Daniel Preston y Faye Yap de la Universidad de Rice en Estados Unidos, ha sido publicado en la más reciente edición de Advanced Science, a la par que también puede consultado en línea.

Incluso a través de su canal oficial de YouTube la casa de estudios ha publicado un video explicativo donde pueden verse en acción estos necrobots, armados a través de una especie conocida como “arañas lobo”, las cuales fueron capaces de levantar más del 130% su propio peso corporal:

Como se puede observar en este experimento de “Necrobótica”, lo robots fueron utilizados como pinzas y demostraron ser funcionales por cerca de mil ciclos de agarre antes de comenzar a fallar.

Esto lo lograron gracias a la propia arquitectura metabólica de la arañas que, al no tener músculos funcionan a partir de los principios de la hidráulica, con un cefalotórax que se contrae y distribuye fluidos corporales a sus patas para extenderlas e incrementar su fuerza.

En el experimento los investigadores inyectaron una jeringa en el cefalotórax de una araña, sellando con pegamento cualquier posible fuga para armar un sistema hidráulico.

La jeringa liberó aire por medio de la jeringa al cuerpo de la araña, el aire activó las cavidades desde el cefalotórax y llegaron hasta las patas para adquirir movimiento.

En el video comprobamos cómo el sistema funcionó en principio para armar una serie de necrobots con función de pinzas.

Las conclusiones del proyecto afirman que estos robots creados a partir de cadáveres podrían ser una solución biodegradable.

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