¿El club de lucha de Tiranosaurios rex machos existió? La respuesta es sí, según una investigación del Museo Royal Tyrrel en Alberta, Canadá, que determinó que los T-Rexes se enfrentaban a cabezazos por parejas o territorios.
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Es bien sabido que el Tiranosaurio Rex fue el depredador más terrorífico del cretácico superior, pero en sus duelos con los de su misma especie no llegaban a hacerse daño de forma letal, sin ocasionar la muerte de otro T-Rex macho, según el reporte publicado en la revista Paleobiology y citado por el Daily Mail.
Los científicos canadienses examinaron más de 200 cráneos y mandíbulas de tiranosaurios rex, encontrando cicatrices faciales similares en otros especímenes adultos.
La conclusión de la teoría es que estas criaturas se mordían unas con otras en la cara, además de golpearse con sus cabezas, pero sus agresiones no fueran lo suficientemente fuertes para matar. Simplemente, los enfrentamientos se trataban de demostrar quién era el mejor T-Rex.
La agresión no letal entre miembros de la misma especie está “generalizada “en el mundo animal y es “importante para comprender la ecología del comportamiento animal y los sistemas reproductivos”, indica el estudio.
Los Tiranosaurios rex se enfrentaron después de su madurez sexual
Los T-Rexes solo se enfrentaban si tenían la misma edad y sus duelos comenzaron después de su madurez sexual, lo que sugiere que estaban peleando por parejas potenciales, para reclamar territorios o ascender en el orden jerárquico de sus manadas, revelaron los investigadores.
Es casi imposible determinar el sexo de un dinosaurio, pero el hecho de que solo la mitad de los T-Rex tuvieran estas cicatrices puede significar que las peleas fueron realizadas por un solo género, lo que sugiere que los enfrentamientos tenían como objetivo establecer superioridad con fines de apareamiento.
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Basándose en los descendientes modernos como los cocodrilos o las aves, para los científicos es difícil teorizar con precisión sobre cómo se enfrentaban los dinosaurios. Los cocodrilos, por ejemplo, sí combaten con frecuencia por luchas territoriales.
Sobre las edades, las marcas no aparecieron en los tiranosaurios jóvenes, pero estaban presentes en aproximadamente la mitad de los especímenes juveniles y el 60% de los adultos, lo que sugiere que las peleas entre ellos comenzaron en el inicio de su madurez sexual.
Patrones de comportamiento
Los investigadores comenzaron a investigar después de que se descubriera una mandíbula superior de T-Rex con una serie de cicatrices largas en el Parque Provincial de Dinosaurios en 2017.
“Estas (cicatrices) eran marcas de dientes de otro tiranosaurio que se habían curado”, explicó el autor principal del informe, Caleb Brown, en declaraciones a Live Science.
Brown y sus colegas examinaron unas 324 cicatrices faciales en cráneos de 202 dinosaurios tiranosáuridos, incluidos Albertosaurus, Daspletosaurus y Gorgosaurus. Los paleontólogos determinaron que las cicatrices eran todas similares en posición y orientación, lo que sugiere que los mordiscos se infligieron «debido a un comportamiento repetido”.
Si bien los cráneos de tiranosaurio a menudo están llenos de cicatrices, nadie los había analizado sistemáticamente antes para determinar si representaban patrones de comportamiento.
“Probablemente estaban haciendo poses y midiéndose el uno al otro, luego tratando de agarrar la cabeza del otro entre sus mandíbulas”, expresó Brown.