La curiosidad y sorpresa se hacen presente en la ciudad de Vancouver, en Canadá, por una repentina ola de ataques de coyotes a las personas. Se conoce que estos animales son silvestres y no son dóciles. Sin embargo, aunque se han registrado alguna vez, es muy extraño que intenten morder a humanos. Por lo tanto, las autoridades ambientales de esta región norteamericana, investigan las causas por lo que esto sucede. Y una de las razones podría ser que los cuadrúpedos estén drogados.
Obviamente no es una decisión del animal que va en busca de alguna droga recreativa. La influencia de las personas, a quienes ya han visto alimentando a los coyotes, sería el principal responsable de que los coyotes estén consumiendo algún tipo de toxina.
Los coyotes, en su hábitat natural, se pueden ver frecuentemente en las adyacencias del Parque Stanley. De hecho, en esta locación se registraron tres ataques de los perros silvestres, en solo cuatro días. Es muy curioso, ya que antes, cuando mucho, sucedía una o dos veces por año. Asimismo, en los últimos meses contabilizan docenas de encuentros violentos entre los animales y personas recurrentes al parque en la ciudad de Vancouver, según lo reseña Slash Gear, citando al canal local CTV News.
Esta cadena local indica que el ataque más reciente ocurrió el último sábado. Un hombre caminaba tranquilo hacia un campo de golf en la zona y de la nada apareció un coyote para morderlo en la pierna. Esto fue el detonante para que los expertos hicieran su entrada y comenzaran a ver que sucede. Para Shelley Alexander, experta en coyotes y profesora de la Universidad de Calgary, hay varios factores para considerar.
Lo qué pasa con los coyotes
En primer lugar, antes de hablar de la posibilidad de las drogas, la profesora Shelly dice que el problema principal es el acercamiento entre las personas y los coyotes. En los casos que históricamente han estudiado, la experta dice que siempre hubo un humano intentando alimentar a los coyotes.
En consecuencia, Shelly Alexander afirma que en el Parque Stanley hay «definitivamente una alimentación crónica». Y lo argumenta especificando que, después de estudiar lo que sucede en esta zona, notó que las manadas de coyotes se han movido de su región natural hacia los lugares en donde hay personas.
«Miré algunos de los mapas y hay un desplazamiento de coyotes de su área normal de vida por los campamentos de personas sin hogar. Estos animales ahora han sido empujados a áreas marginales donde están más en contacto con las personas y es más probable que entren en conflicto», añadió.
¿Consumen drogas?
La zona a la que se están acercando estos animales silvestres, cuenta con una población de la cuál las autoridades ambientales afirman que no están preparadas para la interacción con la fauna. Entonces, de inmediato expresan que tienen comportamientos erráticos con los coyotes. De hecho, en algunas partes del parque hay avisos que indican que no hay que entrar en contacto con ellos, y mucho menos darles de comer.
Pero en las noches, no se sabe que sucede. «El comportamiento de algunos de estos individuos sugiere que han ingerido toxinas o drogas, posiblemente opioides. También hay indicios de un posible abuso de estos animales», dice Shelly Alexander.
Los opioides son sustancias presentes en varios tipos de analgésicos y también se han integrado drogas ilegales, como por ejemplo, la heroína.