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Vivimos la experiencia en realidad virtual más grande de Latinoamérica y te contamos cómo es

Estuvimos en Lucid Dreams, el primer centro de realidad virtual free roam de Chile y Latam.

La realidad virtual ha evolucionado muchísimo en los últimos años. La experiencia ahora mezcla sensores y herramientas que vuelven la practica mucho más completa que años atrás. Así llegamos a Lucid Dreams, un nuevo centro de este tipo.

Todo partió cuando Cristobal Baixas , Gerente General de Lucid Dreams, estaba revisando el mercado del entretenimiento y llegó al mundo de la realidad virtual.

“Salí a buscar tecnologías afuera y analicé varias. Una vez que me enfoque en la realidad virtual, me di cuenta que estaba esta modalidad free roam. Me junté con varios desarrolladores de Estados Unidos, Australia, Europa y Suiza, y encontré la que hoy estamos presentando, que es suiza.

En Chile hay un tema de entretenimiento que no está bien abordado, el entretenimiento para adultos está poco explotado. Lo traje para abordar este segmento: el entretenimiento tecnológico para adultos”.

Lucid Dreams se encuentra en la comuna de Las Condes, Santiago, y abrió sus puertas recién el 2 de octubre pasado. ¿Es una experiencia tan completa como dice ser?

Cuando llegas al centro lo que primero que recibes es una inducción tanto a los aparatos que llevarás encima como a los juegos que tienes disponible. La infraestructura del lugar fue integrada por True VR, una firma suiza que desarrolló el sistema.

El conjunto es una mezcla de tecnologías, que van desde el motion capture (MOCAP), que se usa para las películas 3D, hasta los típicos lentes de realidad virtual convencional. Al ingresar, es necesario colocarse sensores de movimiento en las manos y pies, junto a una mochila, un chaleco y visor. Los sensores se conectan con el sistema MOCAP y de esta forma se tiene una virtualización del cuerpo completo y de forma bastante natural.

Paciente Cero

Una vez recibida la inducción, entras al juego y notas que todo corre bastante bien. Debo admitir que no fui con demasiadas expectativas. Uno tiende a medir todo con lo que ya conoce y en mi caso, luego de probar los típicos lentes en consolas como PS, pensé que sería más de lo mismo: nada más alejado.

La experiencia es bastante completa. El juego que probamos junto a Norman, lleva por nombre Paciente Cero y consiste en sobreponerse a una multitud de zombies, básicamente matándolos con un arma, y cumplir una misión. Desde el primer momento se nota un gran realismo: cada vez que recibes un disparo o te daña un zombie, los sensores se activan y recibes vibraciones (ve el video en portada)

El arma tiene un peso considerable y se asemeja a las reales. Durante el juego debes recargarlas y tienes la posibilidad de cambiarla virtualmente. Es bastante sincronizado y no existe retardo en el movimiento.

“No hay lag, porque lo único que se envía son los datos de ubicación. El visor que se ocupa es Oculus y las gráficas son en HD a 60fps. Más que juegos son experiencias, porque aquí no se pierde”, dice Cristobal, aunque hay un sistema de puntajes, donde se puede ver qué tan bien se jugó o qué asertividad se tuvo matando zombies.

El nivel de realismo es tal, que en un momento salté sin querer al ver que un zombie me estaba atacando por el piso. Grave error, porque se me salió uno de los sensores del pie. Tal vez esto es lo único que se podría mejorar en un futuro, puesto que no está permitido dar saltos ni menos correr (solo caminar). De todos modos, la experiencia superó las expectativas.

Si te interesa visitar el centro, los puedes contactar por Internet en este sitio web. Los precios van desde los 18 hasta los 22 mil pesos y la experiencia dura alrededor de 30 minutos (5 de inducción y 25 in game). Hay un 20% de descuento para clientes del banco BCI.

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