La disfunción eréctil es un asunto delicado que afectaría a millones de individuos en el mundo entero. Pero se habían desarrollado muy pocos estudios en el campo de la genética para comprender su origen. Hasta ahora.
Una nueva investigación, publicada en la más reciente edición de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), revela el hallazgo de una variación genética (o «locus») que incrementa considerablemente el riesgo de impotencia sexual masculina.
De acuerdo con el estudio, cerca del gen SIM1 podría suceder un cambio genético que alteraría la posición específica del genoma. De modo que al presentarse, los varones tendrían un 26% más probabilidades de presentar este conflicto en su edad adulta.
Son las palabras del genetista Eric Jorgenson, autor principal del estudio. Quien gracias a este descubrimiento, abre nuevas posibilidades médicas para tratar la Disfunción Eréctil.
El hallazgo fue comprobado tras el análisis de datos de 36.649 pacientes del centro de investigación Kaiser Permanente, de California (Estados Unidos).
Corroborados en una segunda ronda por un nuevo acervo de 222.358 hombres; contenidos en el estudio genético británico Biobank.
Se trata de un avance muy importante. No sólo porque ayudaría al desarrollo de nuevos abordajes y tratamientos.
Sino porque esta representa la primera ocasión en la historia; donde se identifican características del genoma asociadas a la disfunción eréctil.
