Hace algunas semanas se graduaron 80 ciberactivistas o ‘guerreros digitales’ en Bolivia. Los mismos, tiene por norte defender la gestión del Movimiento al Socialismo de Evo Morales y contribuir a una nueva victoria electoral.
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El grupo de bolivianos fue capacitados en herramientas digitales, como uso de redes sociales, postproducción de piezas audiovisuales y otras. Estuvieron 60 días estudiando para convertirse en lo que la prensa local cataloga como ‘guerreros digitales’. Aunque hoy son 80, se espera que lleguen a 500 en los próximos meses.
En la práctica, se encargarán de responder a los opositores y difundir la gestión del presidente. Será una labor de difusión y propaganda, más que de seguridad informática, como podría evocar el término.
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Tanto los capacitadores como los estudiantes no han recibido paga del gobierno y lo hacen más bien por simpatía al movimiento de Morales, con miras a las elecciones de 2019. Grover García, presidente del MAS en Cochabamba, explicó que estos ciberactivistas operarán con sus celulares:
Se van a encargar de informar al pueblo boliviano con la verdad, responder a las mentiras de la oposición y llegar a diferentes provincias (…) Ya tenemos a 500 personas entre jóvenes, miembros de organizaciones y docentes que se capacitarán próximamente.
De hecho, tras varias polémicas sobre rumores de supuestas pagas a los capacitados, García salió al paso nuevamente mencionando que solo lo hacen por compromiso:
Los guerreros digitales que se han capacitado en la Dirección del MAS en Cochabamba no reciben ningún sueldo. Ellos vienen por el compromiso con el pueblo. Hemos coordinado directamente con los movimientos sociales y la dirección departamental. No tenemos ninguna relación con el Ministerio de Comunicación ni con ningún personero, sino con los dirigentes y movimientos sociales.
Es posible que esto último sea lo que marque la diferencia, puesto que como hemos visto, en otros países se recurre derechamente a ‘bots automatizados‘, fake news, filtros de contenido o ejércitos de comentaristas pagados para influir en la opinión pública.