Si es que alguna vez tuvimos dudas de cómo diablos fue que se formó la atmósfera terrestre, hoy la sonda Rosetta quizá tenga más de una respuesta para esta interrogante. La nave encontró rastros de xenón en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, el cual fue parte del Sistema Solar en su etapa más primigenia, lo cual da indicios de que el impacto de estos cuerpos contra nuestro planeta posiblemente hayan traído distintos elementos para formar vida en la Tierra.
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Según la Agencia Espacial Europea (ESA), estos cuerpos celestes habrían sido los responsables de traer — en teoría — por lo menos 1/5 del gas noble que se encontraba en la antigua atmósfera del globo.
En los años 70, los científicos de la época calcularon la cantidad de xenón U que formaba parte de la capa de gas antigua de nuestro planeta, teniendo en cuenta que actualmente poseemos más isótopos pesados que ligeros, ya que estos últimos escapan de la fuerza gravitacional del planeta. Los resultados arrojaron que el elemento presente en el lugar, antiguamente poseía una mezcla de isótopos ligeros similar a las presentadas en los asteroides y el viento solar, pero con mayores cantidades de isótopos pesados.
“Por estos motivos, sospechamos desde hace mucho tiempo que el xenón en la atmósfera temprana de la Tierra podría tener un origen distinto al del promedio de este gas noble que se encuentra en el Sistema Solar”, cuenta Bernard Marty, miembro del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y autor del estudio principal.
Con los datos recogidos de la sonda Rosetta, los científicos pudieron comprobar que los isótopos detectados en el cometa son muy similares a los que ellos pensaban que encontrarían, lo cual acerca una respuesta definitiva a la pregunta de cuál fue el real impacto que estos cuerpos celestes tuvieron en la formación de vida en nuestro planeta. “Se trata de un resultado muy prometedor, ya que es el primer descubrimiento de un candidato a favor de la hipótesis del xenón U”, dice Bernard, agregando que “hay algunas discrepancias entre las dos composiciones, lo que indica que el xenón primigenio que llegó a nuestro planeta podría proceder de una combinación de cometas y asteroides que impactaron en él”.
Se esperan recoger más datos de esta índole con el paso del tiempo, ya que existen varias teorías -todas sin comprobar- que indican que varios otros elementos habrían sido traídos a la Tierra de la misma manera, incluyendo el oxígeno que hoy respiramos. Ya veremos qué sale de todo esto durante el transcurso de los meses.