La omnipresencia de Google siempre ha arrastrado consigo algunos cuantos problemas colaterales con las autoridades regulatorias del mundo. Ahí está el caso de la megamulta con la Comisión Europea y ahora surge otro asunto, aún más embrollado, en Canadá.
Resulta que la Suprema Corte de Justicia de Canadá ha dictado una orden dirigida a Google, derivada de un intrincado caso de protección a la propiedad intelectual, en donde solicitó al gigante tecnológico que eliminara de la faz del planeta cualquier resultado de búsqueda relativo a una empresa específica. Pero Google se negó.
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La Suprema Corte fue incapaz de dar con el paradero físico de Datalink, ya que el único rastro de sus operaciones se encuentra en la red, así que ordenó a Google que retirara todos los resultados de búsqueda mundiales relativos a la compañía falsa de su plataforma.
Google cumplió, pero solamente para quienes usen el buscador dentro de Canadá, y es posible encontrar aún resultados de Datalink desde fuera del país. Lo que ha desatado una lucha entre la Suprema Corte y la empresa.
La Corte ha publicado más dictámenes que buscan forzar a Google a realizar esta medida a nivel global, aún y cuando la compañía no ha podido ser procesada ni culpada por ningún delito en concreto, ya que no es posible localizar a los culpables.
Más allá de ignorar los principios básicos universales de la presunta inocencia de cualquier involucrado en un proceso legal, esta medida podría sentar un delicado precedente a nivel global.
De ahí que Google se niegue a borrar mundialmente los registros de esta compañía virtual que revende productos.