Fue en octubre de 2015 cuando las entidades regulatorias rusas comenzaron una cacería contra Google, argumentando que la preinstalación de aplicaciones y buscadores en los smartphones de esta plataforma podrían ser considerados como una forma desleal de competencia.
Google siempre argumentó que algo tan básico como la tecnología de búsqueda de Google era algo indispensable para su sistema operativo, Rusia opinaba que no tenía que ser así, hoy por fin han llegado a un arreglo.
Igor Artemiev, director del Servicio Federal Antimonopolios declaró, según Mobile World Live, que ya han logrado encontrar un punto de equilibrio, sin la necesidad de restringir a Android:
Entre las medidas adoptadas encontramos que Google ya no exigirá exclusividad de sus aplicaciones en dispositivos Android en Rusia; a la par que no restringirá la preinstalación de ningún motor o aplicación de búsqueda que compita con ellos.
De igual forma Google desarrollará una “ventana de selección” activa para el navegador Chrome que ahora permitirá elegir algún otro motor de búsqueda predeterminado, incluyendo al ruso Yandex.
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