Según los muchachos de Joystiq, Rockstar San Diego se encontraba trabajando en una nueva entrega de la saga de carreras ilegales pero dejaron el trabajo guardado y en espera. Mark Garone y Jay Panek, los 2 jefes de este estudio de Rockstar, fueron despedidos después del lanzamiento de Midnight Club: Los Angeles, dejando al nuevo proyecto con un futuro incierto. Junto con ellos, otros empleados de RS: San Diego también dejaron sus cargos, sin siquiera llegar a ser parte de Red Dead Redemption.
Con el pasar del tiempo y lentamente se han ido conociendo detalles. ¿Qué habría gatillado todo esto? Ni más ni menos que los jefes jefones de Rockstar: Los hermanos Houser (también conocidos como Super Houser Bros.). El pasado 9 de enero, las esposas de los empleados de Rockstar San Diego publicaron una carta abierta, culpando a los Houser de generar pobres y poco adecuados ambientes laborales:
Eso es un resúmen, pero parece que el ambiente era más que pésimo al punto que tomarán acciones legales. La carta completa está disponible en el segundo link.
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