En mayo pasado, la Estación Espacial Internacional recibió a dos astronautas árabes: Ali a-Qarni, un antiguo piloto de la Fuerza Aérea Real Saudí, y la investigadora Rayyanah Barnawi, primera mujer de ese país en viajar al espacio. Lo curioso, que el primer hombre en lograr ese hito fue un príncipe, el Sultán bin Salmán.
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Sultán bin Salmán bin Absulaziz Al Saúd, tal su nombre completo, abrió las puertas del espacio a la realeza mundial, enfundándose el uniforme de la NASA.
El príncipe voló a bordo del Transbordador Espacial Discovery en la misión STS-51-G, como especialista de carga, desde el 17 hasta el 24 de junio de 1985.
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La inspiración para viajar al espacio le llegó en 1969, con el arribo de Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins a la Luna, en la misión Apolo 11 de la NASA. En ese momento, el príncipe tenía 13 años.
“Los humanos fabricaron aviones e hicieron avances en la industria”, contó bin Salmán en una entrevista con Arab News, por el 50 aniversario de la llegada de la humanidad a la Luna. “Pero que los humanos abandonaran su propio planeta… eso realmente era otra cosa”.
El viaje del príncipe árabe al espacio
Enviado por su familia a estudiar en Estados Unidos, también aprendió a pilotar aviones, obteniendo su licencia en 1977.
Con el nacimiento de Arabsat, la primera empresa de comunicaciones satelitales de la Liga Árabe, el interés del príncipe saudí en los viajes espaciales fue creciendo. Para febrero de 1985, el primer satélite de la región se puso en órbita: era Arabsat-1A, desplegado gracias a un cohete Ariane 3.
La Liga Árabe recibió la invitación para que uno de sus miembros llevara el segundo satélite, Arabsat-1B. El Sultán bin Salmán solicitó serlo.
Tras 10 semanas de entrenamiento, el príncipe piloto se convirtió en astronauta de la NASA.
Luego del despegue desde Florida, donde le acompañó una comitiva de 200 personas, el príncipe árabe estuvo siete días, una hora, 38 minutos y 52 segundos en el espacio, completando 111 órbitas a la Tierra.
“Un regalo de Alá”
“Cuando ves la Tierra desde el espacio, entonces comienzas a tener conciencia de que esto es un regalo de Alá, y que hay más que tú y tu pequeña comunidad más que tus propias pasiones limitadas”, reflexionó posteriormente bin Salmán.
“Tu cuidado y pasión por las cosas se vuelven más globales, más universales”.
Al ser también el primer musulmán en el espacio, bin Salmán llevó el Corán, el libro sagrado del Islam, leyéndolo durante buena parte del trayecto.
En la actualidad, ya próximo a cumplir los 67 años de edad, el príncipe Sultán bin Salmán es presidente de la Comisión Saudí para el Turismo y las Antigüedades.