Una interesante investigación de carácter arqueológico ha venido a detallar cómo un grupo de antiguos romanos, en plena era de conquista en un territorio inhóspito, terminaron construyendo un refrigerador para vino con 2 mil años de antigüedad.
PUBLICIDAD
Los conocimientos en materia de ingeniería y el uso astuto de la tecnología disponible hace un par de milenios viene a fungir como testimonio impresionante de la astucia de aquel viejo imperio que tenía muy claras sus prioridades.
Hace algunos años constatamos cómo los mismos romanos que fueron los primeros en dibujar miembros masculinos en las paredes terminaron arraigando algunas costumbres peculiares bajo la superstición de atraer la buena suerte.
Recomendados
Científicos de Corea del Sur encuentran la clave para el desarrollo de baterías de iones de sodio
Cambio climático: el derretimiento de los polos estaría frenando la rotación de la Tierra
¿Cuál es la señal que la NASA recibió de la sonda espacial Voyager 1 después de cinco meses...
En el contexto en el que se encontraban los chicos es posible dimensionar cómo llegaron a esta clase conclusiones e ideas. Pero en algunos otros aspectos eran simplemente brillantes. Como lo resulta con el caso que les compartimos hoy.
Ya que el acto de construir una relativa cámara de refrigeración con los recursos disponibles en aquel momento resulta francamente admirable por una amplia variedad de motivos.
Cómo los romanos construyeron un refrigerador para vinos enorme hace dos milenios
Un reportaje del sitio ArkeoNews nos detalla cómo los soldados romanos que ocupaban lo que hoy es el territorio que comprende el norte de Bulgaria tuvieron que lidiar con todo tipo de conflictos armados y problemas en la región hace más de 2.000 años.
Pero aun así, a pesar de todo, lograron mantener su alcohol a una temperatura ideal para emborracharse. Ya que un grupo de arqueólogos terminó descubriendo una estructura construida de cerámica que al parecer habría sido utilizada para almacenar vino y alimentos perecederos.
El sitio arqueológico de Novae fue el escenario para este hallazgo en donde ya se había descubierto antes, en el año 2022, otra cámara de refrigeración con las mismas características. Aunque por mucho tiempo no se tenía claro para qué servía.
En ambos casos se trata de un contenedor erigido con placas de cerámica debajo del piso de un cuartel militar. Por lo que los científicos estiman que podría haber sido utilizado ese espacio para almacenar alimentos, alcohol y algunos productos perecederos.
Sin embargo en el caso de la construcción encontrada más recientemente se terminó descubriendo también una especie de tubo de plomo conectado a un sistema de acueductos, lo que respalda la teoría de que ese espacio buscaba refrigerar aún más los artículos.
La zona ha sido excavada por los arqueólogos a lo largo de la última década. Pero los avances de los últimos dos años han sido de los más significativos.