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Si recuerdas nuestro artículo sobre el iPhone que se viene, seguramente te preguntarás que ha pasado después de 6 meses. La postura de Apple frente al tema todavía es muy dura: No permite desarrollar aplicaciones para adultos en su dormitorio.
Sin embargo, a pesar de esta rigidez, Steve Jobs apuntó su pulgar hacia arriba y comenzaron a aparecer aplicaciones mamarias en su tienda. Nada netamente pornográfico, pero si al borde de lo NSFW.
Obviamente, el hecho que una aplicación de esta índole se asomara en iTunes, hizo que cientos de proxenetas comenzaran a desarrollar aplicaciones similares para satisfacer las necesidades del mercado.
Todo marchaba bien: Más de 22 mil clientes ya habían sometieron a su iPhone a una cirugía plástica, dotándolo de un par de pechos virtuales y más de 7 mil felices clientes ya habían compraron su prostituta de bolsillo en un sólo día.
Sin embargo, el calor que generó este tipo de aplicaciones, hizo que Apple se diera cuenta que su decisión de permitir estos programas fue demasiada precoz y comenzó a censurarlos silenciosamente.
Las razones que Apple le dió al desarrollador de uno de los programas cochinones fueron netamente desde un punto de vista del marketing. O sea, que no usaran palabras como «pechos y traseros» en la descripción y textos de sus programas y que buscaran palabras alternativas más sutiles.
Yo me pregunto: ¿existen palabras más suaves que pechos y traseros?
¿Qué tal «región anterosuperior lateral del tronco femenino humano» y «partes carnosas situadas en la parte más baja de la espalda» ?
Ahora sólo nos queda esperar. Y como siempre, aunque suene irónico, el tema del sexo y la tecnología, es una historia de nunca acabar… ¡Esperemos que esto tenga un final feliz!
Link: CENSORED by Apple (Chillifresh)