No podemos negar que el uso de los AirTags es realmente múltiple. El pequeño dispositivo de Apple, que se creó para rastrear objetos perdidos, en muchas veces se utilizó para rastrear personas.
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La misma empresa tuvo que salir a modificar algunas codificaciones del sistema, para evitar que las personas fueran rastreadas sin su consentimiento.
Sin embargo, del tipo de rastreo que venimos a hablar en este artículo no es el turbio o perturbador. En esta ocasión se vuelve un tema de seguridad.
Hay reportes que llegan desde Europa y Estados Unidos, de padres que están colocando AirTags en las zapatillas de sus hijos, gracias a una especie de plantilla que viene con el espacio para poner el pequeño dispositivo de Apple.
La idea de los padres es mantenerse informados sobre la ubicación de sus hijos, debido a los peligros de raptos y secuestros, una problemática que se instala en muchas partes del mundo.
Sin embargo, la gente de Apple manda una advertencia: los AirTags funcionan mediante la combinación de Bluetooth y banda ultra ancha, donde la única manera de ofrecerte una ubicación precisa, es que haya un iPhone o un celular cerca.
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Si no hay teléfonos inteligentes en los alrededores, no se podrá acceder a la ubicación del aparatito.
¿Siempre hay un smartphone, pero y si no?
De acuerdo con un informe de Applesfera, la gente de Apple recomienda como mejor dispositivo para la ubicación de sus hijos, la compra de un Apple Watch (guiño, guiño). Es mucho más costoso, pero realmente el reloj inteligente cuenta con un sistema de GPS, al que se puede acceder desde otro celular, con previa configuración y permisividad de los usuarios.
El smartwatch de Apple se puede configurar para siempre compartir la ubicación con otro celular, y que la opción no se pueda desactivar, a menos que papá o mamá lo permitan.
