En 2026, muchos usuarios podrían descubrir un truco nuevo del mercado: pagar más para llevarse menos. No porque los fabricantes se hayan vuelto malvados de repente, sino porque la memoria RAM está empezando a comportarse como ese ingrediente que falta en el súper justo cuando todos quieren cocinar lo mismo.
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Y, cuando hay pelea por el stock, las marcas suelen hacer lo que mejor se les da: ajustar precios… y “optimizar” especificaciones con una sonrisa corporativa.
La raíz del lío: la IA se está quedando con la memoria “premium”
La presión viene de arriba: centros de datos y servidores de IA están absorbiendo producción y empujando a los fabricantes de memoria hacia productos de mayor margen como HBM (memoria de alto ancho de banda) y similares.
TrendForce incluso advierte que, si se mide el “uso equivalente” de obleas para memorias de alta velocidad, la IA podría llegar a consumir cerca del 20% del suministro global de DRAM en 2026.
Eso no significa que “se acabe la RAM”, pero sí que se vuelve más cara y más difícil de repartir entre tantos dispositivos.
Qué predice TrendForce: subidas y tijera en la lista de componentes
TrendForce viene avisando de que los precios de memoria seguirán subiendo y que esto meterá presión directa en el coste de fabricar móviles y portátiles. Su lectura es clara: marcas obligadas a subir precios o recortar especificaciones, y una revisión a la baja de previsiones de mercado si la situación se aprieta.
En cristiano: si la RAM cuesta más, la gama baja (donde el margen es mínimo) es la primera en sufrir. Ahí aparecen dos escenarios probables:
- Vuelta de los 4 GB en modelos básicos para sostener precios de catálogo.
- “Estandarización” a la baja en la gama media: modelos que antes presumían 12 GB podrían conformarse con 8 GB para cuadrar cuentas.
Y aquí está el problema práctico: 4 GB en 2026 suenan a castigo, no a “móvil económico”. Apps más pesadas, sistemas más exigentes y varios años de actualizaciones hacen que la experiencia envejezca rápido.
¿Y Apple? También puede sentir el golpe (aunque lo disimule mejor)
Cuando la memoria sube, sube para todos. IDC ya avisa de un contexto de escasez de memoria impulsado por IA que puede encarecer hardware de consumo en 2026, afectando a PCs y también a smartphones.
En el caso de Apple, el impacto suele llegar más “suave”: menos recortes visibles, pero potencialmente ajustes de precio o cambios de estrategia entre modelos nuevos y anteriores.
Qué debería mirar un comprador si esto va en serio
Si el mercado se pone tenso, la recomendación sensata no es entrar en pánico, sino comprar con criterio:
- Priorizar 8 GB de RAM como base razonable si se busca que el móvil dure.
- Elegir modelos con buen soporte de actualizaciones (para que la RAM no se la coma el sistema con el tiempo).
- No confiar demasiado en la “RAM virtual”: puede ayudar, pero no reemplaza RAM real cuando la multitarea aprieta.
- Si hay buenas ofertas, un modelo del año anterior con mejor memoria puede salir más redondo que uno nuevo recortado.
Porque sí: si se cumple el guion, 2026 podría ser el año en que la gama media vuelva a preguntar: “¿cuánta RAM trae de verdad… y cuánta es marketing?”
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Si quieres, puedo reescribir este mismo tema con enfoque de “guía de compra” (qué specs evitar y cuáles priorizar) manteniendo el tono ligero.