Google ha puesto fin a la paciencia con las aplicaciones que abusan de los recursos del sistema, causando que los smartphones se sobrecalienten y agoten su batería en pocas horas. Los cambios anunciados impactan tanto en las políticas de la Play Store como en el propio sistema operativo Android, buscando establecer nuevos estándares de eficiencia energética obligatorios para todos los desarrolladores.
Lee también: ¿Qué pasó con WhatsApp Web? La función que te puede salvar
El objetivo de esta nueva cruzada es simple: mejorar la autonomía de los dispositivos Android, un factor que ha sido históricamente crítico para los usuarios, y reducir los problemas de rendimiento causados por procesos de fondo innecesarios.

La nueva regla: Optimización obligatoria
Hasta ahora, la gestión de la energía era responsabilidad principalmente del usuario o de las herramientas internas del sistema operativo. Sin embargo, Google está trasladando la responsabilidad directamente al código de las aplicaciones.
Las nuevas directrices se centran en penalizar dos comportamientos clave de las aplicaciones que operan en segundo plano.
Las aplicaciones que mantengan procesos activos o hagan uso intensivo de la CPU y la red cuando el teléfono está en modo de espera.
Las apps que, debido a su falta de optimización, fuerzan el hardware de manera que provocan el sobrecalentamiento del dispositivo, lo cual impacta negativamente la vida útil de la batería a largo plazo.

El impacto en la Play Store y los desarrolladores
Los cambios más drásticos se verán reflejados en la Play Store. Las aplicaciones que no cumplan con los nuevos umbrales de eficiencia energética de Android serán penalizadas.
Por ejemplo, Google reducirá la visibilidad de las aplicaciones que consuman más batería, afectando su posición en los resultados de búsqueda y las categorías de recomendación de la Play Store.
También, los usuarios recibirán alertas más claras y visibles sobre el impacto negativo que una aplicación tiene en el rendimiento y la autonomía del teléfono antes de instalarla.

Esto obligará a los desarrolladores de aplicaciones populares (especialmente redes sociales y juegos) a realizar optimización profunda en sus procesos de background para cumplir con los estándares impuestos. Si no lo hacen, corren el riesgo de ser efectivamente “enterrados” en la tienda de aplicaciones y de perder una base significativa de usuarios.
En última instancia, esta medida de Google representa un paso firme hacia un ecosistema Android más responsable energéticamente, donde el rendimiento y la longevidad del smartphone son prioridades en el diseño del software.

