La temporada de calor se acerca (o ya está aquí, si estás disfrutando de las últimas semanas de invierno en el hemisferio norte) y con ella, las ganas de sumergirse en la piscina o el mar. Hasta hace poco, grabar esos momentos bajo el agua significaba invertir en cámaras especiales o fundas aparatosas para tu smartphone. ¡Pero esa era ya es historia! Los celulares modernos han avanzado tanto que muchos ya están listos para la aventura submarina, siempre y cuando conozcas un detalle clave: la certificación IP. Si tu teléfono la tiene, la próxima vez que te lances al agua, ¡podrás llevarlo contigo sin miedo a dañarlo!
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El código secreto de la resistencia: ¿Qué significa la certificación IP?
Antes de que te lances de cabeza a filmar peces o tus clavados, es fundamental entender qué es esta certificación. Como explica Infobae, la clasificación IP (Ingress Protection) es un estándar internacional que indica el grado de protección que tiene un dispositivo electrónico contra la intrusión de objetos sólidos (como polvo) y líquidos (como agua).

Este código se compone de las letras “IP” seguidas de dos números:
- Primer dígito (protección contra sólidos): Va del 0 al 6. Un 6 significa protección total contra el polvo.
- Segundo dígito (protección contra líquidos): Va del 0 al 8 (a veces 9K para chorros de alta presión y temperatura). Aquí es donde nos interesa la resistencia al agua.
Para grabar bajo el agua sin preocupaciones, necesitas que el segundo dígito sea al menos 7 u 8.
Los “nadadores” del mundo smartphone: IP67 e IP68
Cuando busques un teléfono resistente al agua para tus aventuras acuáticas, estos son los códigos que te darán la tranquilidad que necesitas:
- IP67: Significa que el dispositivo es totalmente resistente al polvo (6) y puede ser sumergido en agua hasta 1 metro de profundidad durante un máximo de 30 minutos (7). Es ideal para salpicaduras, lluvia o caídas accidentales en la piscina.
- IP68: Este es el “nadador” profesional. Indica que es totalmente resistente al polvo (6) y puede ser sumergido a más de 1 metro de profundidad durante un tiempo prolongado (8). La profundidad y el tiempo exactos suelen ser especificados por el fabricante (por ejemplo, 1.5 metros por 30 minutos). Esta es la certificación que te da la mayor libertad para grabar bajo el agua.
Si tu smartphone tiene una de estas certificaciones, ya tienes un gran paso ganado. ¡No es solo “resistente al agua”, sino que está diseñado para soportar una inmersión limitada!

Consejos para un buceo seguro con tu celular
Aunque tu teléfono tenga la certificación necesaria, siempre es bueno tomar precauciones para prolongar su vida útil y asegurar la calidad de tus grabaciones:
- Revisa el estado de tu equipo: Antes de sumergirlo, asegúrate de que no tenga grietas en la pantalla o la carcasa. Un golpe o una caída previa pueden comprometer la certificación IP, aunque el teléfono se vea bien.
- Agua dulce vs. Agua salada/clorada: Las certificaciones suelen ser para agua dulce. La sal del mar o el cloro de la piscina pueden ser corrosivos para los sellos a largo plazo. Si lo usas en estos entornos, enjuágalo con agua dulce inmediatamente después y sécalo muy bien.
- No presiones botones bajo el agua: La presión del agua puede hacer que los botones funcionen mal o, peor aún, que el agua se filtre por los orificios. Utiliza los controles en pantalla o la grabación pre-programada si es posible.
- Temperatura del agua: Evita cambios drásticos de temperatura, como pasar de un ambiente muy caliente a sumergirlo en agua muy fría. Esto puede afectar los sellos del dispositivo.
- Secado exhaustivo: Después de la inmersión, asegúrate de secar completamente el puerto de carga y los altavoces antes de cargar el teléfono o usar los altavoces. La humedad residual puede causar daños.
Más allá de la certificación: Accesorios y el futuro de la fotografía acuática móvil
Si bien la certificación IP es un punto de partida excelente, el ecosistema de la fotografía submarina con smartphones no termina ahí. Para quienes buscan ir más allá de los límites de su certificación o simplemente añadir una capa extra de seguridad, existen fundas estancas universales o carcasas específicas que garantizan una protección absoluta incluso a mayores profundidades. Estas opciones, a menudo con disparadores externos o adaptadores para lentes, pueden convertir tu teléfono en una auténtica cámara de buceo, abriendo las puertas a explorar arrecifes o cuevas submarinas con una tranquilidad total.

La evolución de los sensores y el procesamiento de imagen en los smartphones promete un futuro aún más brillante para las grabaciones acuáticas. Con cada nueva generación, la calidad de video y foto mejora, incluso en condiciones de baja luz, lo que es crucial bajo el agua. Es probable que veamos teléfonos con sellados aún más avanzados, capacidades de profundidad mejoradas y software optimizado para corregir el color bajo el agua de forma automática. Así que, la próxima vez que te prepares para un chapuzón, recuerda que tu smartphone está listo para unirse a la aventura, capturando esos momentos inolvidables con una claridad y seguridad que antes solo soñábamos.

