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Los niños salen de vacaciones: las razones de por qué no deben usar los smartphones en las salas de clases (ni tampoco en exceso en casa)

Para tener presente ahora, y cuando regresen a estudiar.

Dos niños navegan por Internet con una tableta ante la vigilancia de sus padres. ANOVO. (ANOVO./Europa Press)

No sólo Finlandia se unió a la prohibición para los estudiantes del uso de celulares en establecimientos educacionales, sino que países como Alemania, Francia, Suecia, Italia y Reino Unido, han considerado esta medida como necesaria para evitar la distracción en clases, logrando mejorar el rendimiento académico.

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Las cifras del uso de celulares en estudiantes, son bastante elevadas. De hecho, según el estudio Kids Online, en Chile el 58% de los niños, niñas y adolescentes obtienen su primer celular con Internet antes de los 10 años de edad, lo cual se transforma en un problema si no existe una regulación al respecto. ¿Los principales motivos? Distracción, pero también otras consecuencias que hacen necesario regular el uso de smartphones también en vacaciones.

Es difícil resistir la atención a la tecnología, tanto para los niños como para los adultos.

El uso durante procesos de aprendizaje

Milena Schublin Bisquertt, experta en Educación, Magister de la Universidad Autónoma de Barcelona, Rectora Colegio San Agustín de Santiago y actual Presidenta de la Región Metropolitana de FIDE para colegios particulares y jardines infantiles, asegura que “uno de los objetivos principales de los procesos educativos, es entregar herramientas que permitan comprender, interiorizar y experimenta los aprendizajes de forma lúdica y didáctica”.

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“El uso no pedagógico del celular en las aulas, impacta negativamente en el avance de los procesos de enseñanza aprendizaje y el cumplimiento de los objetivos planificados, ya que este se transforma en un elemento distractor, tanto a nivel personal y grupal en las aulas”, añade.

5. El uso excesivo de las nuevas tecnologías puede contribuir a déficit de atención, disminuir la concentración y la memoria de los niños, gracias a la gran velocidad de sus contenidos. Foto: Pixabay. Imagen Por:

El uso general en los tiempos libres: vacaciones

La adicción a las pantallas, ya sea celulares, video juegos, tablets o televisores, es una enfermedad que provoca la necesidad incontrolable de utilizar en forma compulsiva aparatos electrónicos.

Según explicó el neurólogo infantil de Clínica Las Condes, Gustavo Mallea, a el medio El Mostrador “es un tipo de conducta disfuncional que se caracteriza por ser un patrón de comportamiento recurrente, que altera la funcionalidad del niño, tanto en los aspectos familiares, sociales y educativos, así como también en otras áreas importantes del funcionamiento.”

El exceso de tiempo que se pierde frente a un smartphone o una consola, resta oportunidades a otras actividades básicas para el desarrollo como: jugar al aire libre, realizar actividad física, hacer amigos reales en situaciones no virtuales, leer, dormir y ayudar en las tareas domésticas, entre otras.

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Niños jugando fútbol (Pixabay)

¿Cómo lidiar con esto?

La psicóloga infantil UC y máster en trastornos del aprendizaje, Carolina Barrientos, nos explica que “ambos profesionales citados tienen razón en lo que plantean. Por lo que el tiempo de vacaciones, debe ser aprovechado para crear nuevos hábitos que puedan ayudar a los niños a dejar atrás la adicción al smartphone antes de volver a la sala de clases”.

Según la especialista, la creación de hábitos “puede tomarse como una actividad lúdica a través de elementos visuales, como un horario”. Recomienda crear un horario con distintas actividades, desde entretención, responsabilidad en el hogar, hábitos de higiene y dejar un item para el consumo de nuevas tecnologías. “No podemos pretender que los niños se alejen 100% de las nuevas plataformas como ver streaming, Youtube, jugar en el celular o en algún videojuego”, añade.

Consumo de tecnología: acompañados y un tiempo prudente

Pero recomienda “acompañar a los pequeños de forma responsable en el consumo de tecnologías, para que entiendan que son actividades que toman un espacio en su día, pero que no es su actividad principal”. Para la especialista, el gran problema es que muchos padres y madres descansan en el uso de tecnologías, dejando a los niños consumir horas y horas de pantalla con tal de que se mantengan ocupados.

Arma una tarde de videojuegos con amigos
Arma una tarde de videojuegos con amigos Videojuegos de 2023 (Getty Images)

“Pero es es un daño tremendo, ya que está comprobado que afecta a sus capacidades sociales, de concentración y pierden tiempo preciado en que podrían estar potenciando diversas habilidades”, añade. El llamado es a educar responsablemente respecto al uso de elementos tecnológicos y sobre todo, acompañar a los niños con diversas actividades en verano, para crear hábitos saludables.

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