Internet

Aunque te compres un PC nuevo, es probable que tengas que agregarle la memoria RAM

¿Ideas desesperadas?

Debido a la alta exigencia que requiere la Inteligencia Artificial, cada uno de sus servidores requiere cantidades masivas de RAM, lo que acapara la oferta del mercado
Memorias RAM Debido a la alta exigencia que requiere la Inteligencia Artificial, cada uno de sus servidores requiere cantidades masivas de RAM, lo que acapara la oferta del mercado (Freepik.)

Comprar un PC nuevo solía ser un momento simple: se elige modelo, se paga, se enciende y listo. Pero el mercado de 2025 tiene un giro inesperado: algunos integradores están empezando a tratar la memoria como si fuera un accesorio opcional.

Te puede interesar: [Así logró sobrevivir QuickTime: de “reproductor estrella” a herramienta silenciosa que salva el día]

No es que la RAM deje de ser necesaria —sin ella no hay sistema que arranque—, sino que la compra se está fragmentando. En vez de “PC listo para usar”, aparece un nuevo formato: “PC listo… cuando consigas memoria a buen precio”.

La raíz del problema: la memoria se volvió el componente más disputado

La explicación que empuja este cambio es bastante directa. La memoria de alto rendimiento se está yendo hacia donde hay más dinero: centros de datos y entrenamiento de IA.


Eso provoca que parte de la producción y las prioridades del sector se orienten a soluciones más rentables, y el mercado de consumo queda compitiendo por lo que sobra o por lo que resulta menos atractivo fabricar.

En la práctica, esto se traduce en dos cosas: precios altos sostenidos y poca claridad sobre cuándo volverá la normalidad. Y cuando un componente clave se encarece y amenaza márgenes, algunas marcas hacen lo que mejor saben: rediseñar el producto… y el ticket.

Debido a la alta exigencia que requiere la Inteligencia Artificial, cada uno de sus servidores requiere cantidades masivas de RAM, lo que acapara la oferta del mercado
Memorias RAM Debido a la alta exigencia que requiere la Inteligencia Artificial, cada uno de sus servidores requiere cantidades masivas de RAM, lo que acapara la oferta del mercado (Freepik.)

Barebone: lo que era un nicho empieza a verse como salida de emergencia

Los barebone existen hace años, sobre todo en mini-PCs. La idea siempre fue clara: el equipo viene casi completo, pero sin RAM ni almacenamiento para que el comprador elija capacidad, marca y presupuesto.

Era un formato pensado para gente que quería personalización, reutilizar piezas o ajustar el costo final.

Lo nuevo es que esa lógica —antes “de nicho”— empieza a colarse en configuraciones más amplias. Algunos integradores estarían explorando vender equipos con la base (CPU, GPU, placa, caja, fuente, etc.) pero dejando la RAM fuera del paquete, o convirtiéndola en un paso adicional.

El gancho es el “precio de entrada”; la letra chica es que el comprador igual deberá pagar memoria a precio de mercado.

La propuesta más rara: “tráigame su RAM y se la instalo”

Entre las variantes, hay una que destaca por lo peculiar: MAINGEAR, marca de PCs de gama alta, presentó modelos bajo una premisa tipo “BYO RAM”.

La idea no es que el usuario monte la memoria en casa, sino que envíe sus módulos para que la empresa los instale en fábrica, con pruebas y verificación incluidas.

En teoría, suena cómodo: la marca se encarga de que el sistema llegue armado, estable y probado. En la práctica, también revela una realidad incómoda: la RAM se ha convertido en el cuello de botella tan grande que hasta el proceso de compra se reacomoda alrededor de ella.

Además, esta fórmula permite una jugada tentadora: reutilizar módulos DDR5 de un equipo anterior (si se tienen), amortiguando el golpe de precio. Pero no es una solución mágica: si el salto es de DDR4 a DDR5, no hay atajo. Toca pagar igual.

Qué significa esto para quien compra un PC “normal”

Este tipo de movimientos cambia la experiencia de compra. Si un equipo se ofrece sin RAM, el comprador debe pensar en compatibilidad (tipo de DDR, frecuencias soportadas, perfiles, cantidad de ranuras, límites de la placa) y en logística (conseguir módulos, instalarlos, probar estabilidad).

Para perfiles avanzados, es rutina. Para el usuario promedio, es un nuevo trámite en una compra que antes era “enchufar y usar”.

Y hay un efecto colateral: si más fabricantes empujan el “PC base”, el mercado podría normalizar que el precio visible no sea el precio real. Un poco como vender un auto “sin ruedas”, pero con un gran descuento en el cartel.

Te puede interesar: [La Steam Machine y la PS6 podrían verse perjudicadas por la crisis de las memorias]

La moraleja: la RAM vuelve a ser protagonista

Lo que deja esta tendencia es claro: aun comprando un PC nuevo, la memoria puede terminar siendo una compra aparte.

Ya sea por barebone, por programas tipo “trae tu RAM”, o por configuraciones que desplazan el costo al cliente, el componente que muchos daban por sentado vuelve al centro de la conversación.

Tags

.

Lo Último