Hay productos que nacen para ser “el nuevo estándar” y terminan siendo “la conversación del asado”. La Cybertruck prometía lo primero: un símbolo futurista, de producción alta y márgenes jugosos. Pero 2025 la está empujando hacia lo segundo: un vehículo tan llamativo como difícil de ubicar en el mercado real.
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Y cuando el público no responde, la solución que aparece en escena es tan simple como incómoda: venderle a los de la misma casa.
De modelo estrella a “compra interna”: el dato que encendió las alarmas
Electrek afirma, citando a una fuente familiarizada con el asunto, que SpaceX habría comprado más de 1.000 Cybertruck y que el volumen podría crecer “con el tiempo” hacia unas 2.000 unidades.
A esos precios, la cuenta se vuelve pesada rápido: el propio mercado y coberturas recientes sitúan el arranque de la Cybertruck cerca de los 80.000 dólares, con versiones superiores por encima de los 110.000.
En otras palabras: aunque Tesla logre “mover metal”, el gesto se lee como un empujón artificial a la demanda. Y no es un rumor aislado: el mismo medio ya había reportado entregas a compañías de Musk meses atrás.
El contraste doloroso: del “desde 39.900” al precio real
Parte del enojo del fandom automotor viene de la hemeroteca. En 2019, Tesla presentó la Cybertruck con un precio inicial anunciado de 39.900 dólares.
Hoy, la conversación se mueve en otra liga. Y cuando un producto sube tanto su piso de entrada, el mercado se achica solo: menos compradores potenciales, menos “curiosos” dispuestos a probar, más gente mirando desde lejos.
Ese salto de precio no explica todo, pero sí explica bastante del frenazo: la Cybertruck pasó de ser “la pickup eléctrica para muchos” a convertirse en “la pickup eléctrica para quien puede (y quiere)”.
El problema de fondo: venderla es difícil… y medirlo también
Tesla no suele desglosar la Cybertruck como categoría propia en sus reportes, lo que vuelve más difícil saber exactamente cuántas vende.
Aun así, distintos análisis coinciden en que el ritmo se ha desinflado: Electrek habló de una tasa anual cercana a 20.000 unidades, muy lejos del escenario optimista y de una capacidad planificada de hasta 250.000 al año.
Medios generalistas también apuntaron en esa dirección: en 2025 se habría entregado “alrededor de 20.000” y el tercer trimestre mostró una caída importante versus el año anterior.
Y ahí aparece la frase que duele: cuando una fábrica puede producir muchísimo más de lo que el mercado absorbe, el problema deja de ser marketing y empieza a ser estrategia.

No es solo Tesla: Ford también frenó su pickup eléctrica (y cambió el plan)
El contexto importa. La Cybertruck no está tropezando en un mercado “perfecto”; el segmento de pickups eléctricas también ha mostrado señales de fatiga.
Ford, por ejemplo, anunció que termina la producción del F-150 Lightning tal como se conocía y que el nombre volverá como un modelo de “rango extendido” (EREV), mezcla de batería y generador a gasolina.
Es una pista de que el problema no es solo un diseño polémico: también hay una pregunta grande sobre qué tan práctica es una pickup eléctrica pura para ciertos usos.
Lo que deja esta jugada: una señal más que un rescate
Que SpaceX o xAI compren flotas puede ser útil operativamente, sí. Pero, leído como fenómeno, el movimiento apunta a otra cosa: Tesla estaría intentando que el “fracaso comercial” no se vea tan abrupto mientras el producto busca su lugar.
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La Cybertruck quizá no desaparezca. Pero, con este tipo de maniobras, queda claro que su historia ya no se cuenta como la de un éxito inevitable, sino como la de un proyecto que está peleando por no convertirse en un meme permanente.
