En la historia reciente de internet, pocas aplicaciones han vivido tantos “últimos capítulos” como TikTok en Estados Unidos. Cada cierto tiempo aparece un nuevo plazo, una nueva amenaza y un nuevo plan para “arreglarlo todo”. Esta semana, el guion sumó un giro importante: hay acuerdos firmados, una estructura societaria definida y una fecha de cierre.
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Sin embargo, el detalle que importa no está en el titular, sino en la cocina: qué se controla, qué se comparte y qué se queda donde estaba.
Un acuerdo para cambiar el timón (sin hundir el barco)
ByteDance, dueña china de TikTok, firmó acuerdos vinculantes para entregar el control de las operaciones estadounidenses a un grupo de inversores que incluye a Oracle, un paso diseñado para evitar una prohibición y cerrar años de incertidumbre.
El movimiento llega tras un largo conflicto que se arrastra desde 2020, cuando la administración estadounidense intentó por primera vez bloquear la app por preocupaciones de seguridad nacional.
Hoy TikTok es un hábito cotidiano para más de 170 millones de personas en Estados Unidos, lo que convierte cualquier decisión en un asunto político, cultural y económico al mismo tiempo.
Quién se queda con qué: el reparto del poder
La nueva entidad se llama TikTok USDS Joint Venture LLC. Según los términos divulgados, los inversores estadounidenses y globales tendrían el 80,1% de la empresa conjunta, mientras que ByteDance conservaría el 19,9%.
En paralelo, se indicó que el cierre del acuerdo está previsto para el 22 de enero.
En el papel, esto parece una solución quirúrgica: suficiente participación “local” para cumplir con requisitos de desinversión, pero con ByteDance aún dentro del edificio.
Y ahí aparece la “letra chica” del concepto central: TikTok cambia de manos en Estados Unidos, pero no se corta del todo el cordón con su matriz.
El detalle que incomoda: el algoritmo no es un simple interruptor
La Casa Blanca había dicho que la empresa conjunta operaría TikTok en Estados Unidos, pero persisten dudas clave: ¿el algoritmo fue transferido, licenciado o sigue siendo propiedad y control de ByteDance (y, por extensión, bajo regulaciones chinas)?
Esa incertidumbre es el corazón del debate, porque el algoritmo es, para muchos, el activo más valioso de TikTok.
En un memorando interno citado por la prensa, el CEO Shou Zi Chew señaló que la nueva entidad tendría autoridad sobre protección de datos en EE. UU., seguridad del algoritmo, moderación de contenido y garantía del software.
Pero también planteó que ciertas actividades comerciales y de interoperabilidad global quedarían gestionadas por entidades estadounidenses de TikTok controladas por ByteDance, por separado.
Traducido a lenguaje de pasillo: la empresa conjunta se quedaría con “lo sensible” (datos y tecnología), mientras que otra parte seguiría moviendo áreas “de negocio” como publicidad y comercio electrónico.
Y esa separación, aunque suena ordenada, es precisamente lo que muchos quieren ver explicado con lupa.
Oracle como “socio de seguridad”: el guardia del edificio
Dentro del acuerdo, Oracle aparece como el “socio de seguridad confiable”, encargado de auditar y validar el cumplimiento. También se menciona que los datos sensibles de usuarios estadounidenses se almacenarían en un entorno de nube en Estados Unidos administrado por Oracle.
Además, la estructura de gobierno busca mostrar control mayoritario local: ByteDance nombraría uno de siete miembros del directorio, mientras los estadounidenses ocuparían la mayoría de los asientos.

¿Final feliz o temporada nueva?
En el mercado, la noticia se sintió como alivio: acciones de Oracle subieron con el anuncio, señal de que Wall Street huele negocio (y, de paso, estabilidad regulatoria).
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Pero políticamente, el tema está lejos de apagarse. Siguen las preguntas sobre el rol real de China, la naturaleza del control del algoritmo y cómo se separan —en la práctica, no solo en organigramas— las funciones de datos, moderación y monetización.
Hay humo blanco, sí. Pero la chimenea todavía no muestra el plano completo de la casa.

