El cofundador de OpenAI, la mente detrás de ChatGPT, ha generado debate al confesar públicamente que encuentra “inimaginable” enfrentar la crianza de un recién nacido sin el soporte de la Inteligencia Artificial.
Esta declaración ilustra cómo la IA generativa está dejando de ser una herramienta de oficina para convertirse en un asistente personal esencial en las tareas cotidianas y complejas, como la paternidad.
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La IA como socio en la crianza
El ejecutivo de OpenAI (cuyo nombre no se menciona en la bajada, pero se sobrentiende que es una figura clave) ha destacado en varias entrevistas la transformación que la IA ha generado en su vida personal, especialmente en el contexto de la llegada de un nuevo miembro a la familia.

Su comentario de que “no puede imaginarse cómo criar a un recién nacido sin la IA” no se refiere a la automatización del cuidado físico, sino al soporte cognitivo y la gestión de la información.
La IA se convierte en un consultor 24/7, capaz de procesar rápidamente grandes volúmenes de datos sobre patrones de sueño infantil, dietas, síntomas y protocolos de seguridad, ofreciendo respuestas rápidas y curadas que reemplazan la búsqueda tradicional en Google.
La paternidad primeriza está marcada por la incertidumbre. La IA funciona como un filtro de información y una fuente de calma, proporcionando guías prácticas, checklists y resúmenes de consejos de expertos en segundos.
La brecha generacional y la dependencia tecnológica
La declaración no solo es una anécdota personal, sino un reflejo de una brecha generacional creciente en el uso de la tecnología. La generación de líderes tecnológicos ve la IA no como un lujo, sino como una infraestructura necesaria para gestionar la complejidad de la vida moderna.

Para el creador de ChatGPT, la IA libera tiempo mental y físico al simplificar las decisiones y tareas de investigación, permitiéndole dedicar su energía a la interacción directa y emocional con su hijo, que es la parte irremplazable de la crianza.
Aunque el comentario generó reacciones mixtas (algunos lo ven como una muestra de dependencia tecnológica), subraya que para los arquitectos de esta tecnología, la IA ya es una herramienta íntima e indispensable para el manejo de información crítica en situaciones de alta presión, como la salud y el desarrollo infantil.

