En un proyecto pionero valorado en 37 millones de dólares, China está utilizando su frontera sur como un laboratorio real para sus robots humanoides más avanzados de la serie Walker de UBTech.
Los sistemas no solo patrullarán, sino que también gestionarán flujos de personas y controlarán instalaciones industriales.
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El gobierno chino ha elegido la ciudad fronteriza de Fangchenggang, adyacente a Vietnam, para un despliegue sin precedentes de robots humanoides, marcando un hito en la comercialización y uso de la Inteligencia Artificial Corporal.
Una gran inversión
El proyecto es el resultado de un contrato multimillonario (valorado en unos 37 millones de dólares) entre la compañía de robótica UBTech y un centro de especialización local. El objetivo es claro: poner a prueba el modelo avanzado Walker S2 en escenarios reales de alta complejidad.
Los humanoides de 1.76 metros y 70 kilos no solo realizarán tareas de patrulla y control fronterizo, sino que también estarán destinados a:
- Orientar flujos masivos de personas.
- Organizar operaciones de transporte interno (logística).
- Realizar inspecciones estructuradas en complejos industriales (acero, cobre y aluminio).
Walker S2: El humanoide que ya no es un prototipo
El modelo Walker S2 representa el paso de UBTech del prototipo al producto industrial listo para el despliegue a escala. Este sistema se destaca por su avanzada tecnología de autonomía.
El Walker S2 incorpora un sistema de alimentación autónomo que le permite reemplazar su batería agotada por una cargada en aproximadamente tres minutos, facilitando un funcionamiento prácticamente continuo (24 horas) sin necesidad de intervención manual.
Este ambicioso despliegue en la frontera con Vietnam es una respuesta a la creciente demanda, ya que la serie Walker de UBTech ha acumulado pedidos valorados en más de 800 millones de yuanes para 2025. La compañía busca acelerar la producción a miles de unidades para reducir costes e integrar los humanoides en entornos laborales reales.
La visión china: Administraciones robotizadas
El despliegue en Fangchenggang se enmarca en una tendencia mucho más amplia en China de integrar la IA y la robótica en el sector público.
La robótica no solo busca cubrir tareas repetitivas y de supervisión, liberando al personal humano para funciones más complejas, sino que también se presenta como una solución crítica ante el declive de la población y la dependencia laboral. Ya se observan robots de apoyo en oficinas migratorias, aeropuertos (como el de Hangzhou) y eventos de seguridad pública, haciendo de China el líder global en la adopción institucional de esta tecnología.
El mundo tecnológico observa de cerca este experimento: el tiempo dirá si el Walker S2 está listo para asumir tareas reales, continuas y sostenibles en la gestión urbana y la seguridad pública.