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Al estilo de Estados Unidos: Quieren usar un cañón para lanzar satélites al espacio

Una startup quiere disparar satélites a Mach 23 y ahorrar millones en lanzamientos espaciales.

¿Y si lanzamos satélites al espacio con un cañón? Esta empresa quiere hacerlo… al estilo USA
¿Y si lanzamos satélites al espacio con un cañón? Esta empresa quiere hacerlo… al estilo USA

Parece sacado de una película de ciencia ficción... pero no lo es. Una empresa estadounidense está desarrollando un cañón hipersónico que podría revolucionar la forma en que enviamos satélites al espacio. Sí, un cañón, como los de la guerra, pero apuntando a la órbita terrestre y con tecnología digna de una misión a Marte.

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Satélites, órbita saturada y la necesidad de innovar (con pólvora o algo parecido)

Con cada vez más satélites girando sobre nuestras cabezas —desde los de comunicaciones hasta los de clima o GPS—, el espacio se ha vuelto más concurrido que un supermercado un 24 de diciembre.

Y con esa demanda, el costo de enviar un satélite al espacio sigue siendo una piedra en el zapato para muchas empresas.


Ahí es donde entra Longshot Space, una compañía que propone una alternativa: lanzamientos hipersónicos con un cañón cinético capaz de disparar cargas útiles a Mach 23 (eso es 23 veces la velocidad del sonido... por si lo leíste rápido).

Longshot Space y su cañón espacial: un proyectil de alto rendimiento

La idea no es nueva del todo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania ya había jugueteado con la artillería de largo alcance para bombardear territorios lejanos. Pero tranquilos: esto no tiene fines bélicos.

Longshot Space toma ese concepto y lo traslada al mundo aeroespacial, usando tecnología cinética moderna para lanzar objetos al espacio sin cohetes convencionales. La ventaja clave: costos muchísimo más bajos.

Por ahora, sus pruebas han alcanzado velocidades Mach 4 con éxito, pero el objetivo final es llegar —y superar— Mach 23. Y para eso, ya están tramitando permisos de espacio aéreo que les permitan realizar lanzamientos de prueba a esas velocidades imposibles.

¿Por qué importa tanto el ahorro?

Lanzar cosas al espacio cuesta una fortuna. Cada kilo lanzado representa miles (¡o cientos de miles!) de dólares.

Así que cualquier innovación que reduzca los costos sin sacrificar eficiencia, puede acelerar toda la industria: más lanzamientos, más pruebas, más tecnología... y más satélites enviando memes en tiempo real.

Como señalan desde la propia empresa, lo que hoy cuesta millones, mañana podría costar miles. Ese salto no solo abre oportunidades comerciales, sino también científicas: desde monitorear el cambio climático hasta reforzar sistemas de telecomunicaciones.

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¿Estamos cerca de una guerra de cañones espaciales?

No. Al menos no todavía. Pero la competencia por dominar el acceso económico al espacio ya está en marcha, y Longshot Space quiere estar entre los pioneros. Si su cañón funciona como prometen, podrían estar reescribiendo el manual de lanzamientos espaciales para siempre.

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