Entre atascos, desvíos y esa gloriosa “hojita verde” que promete gastar menos, muchos conductores descubren que Google Maps ya no muestra siempre la ruta más rápida como primera opción. La novedad ayuda a reducir emisiones y consumo… aunque no siempre coincide con la urgencia de llegar antes.
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Aquí va el cómo y por qué de esta función, y cómo devolver a Maps su “modo turbo” cuando el reloj aprieta.
La ruta “eco” de Google: buena idea, timing discutible
Google activó una preferencia que prioriza rutas de menor consumo (indicadas con una pequeña hoja). Tiene lógica: menos frenadas, pendientes suaves, velocidades estables… más eficiencia y menos CO₂.
El peaje, a veces, son un par de minutos extra o unos kilómetros de más. Para trayectos tranquilos, perfecto. Para llegar a una reunión, no tanto:
- No siempre la primera opción es la más rápida: puede ser la más eficiente.
- La “hojita” marca la ruta eco, pero puede implicar más tiempo.
- Sigue habiendo alternativas: la rápida aparece debajo, comparada y lista para elegir.
Cómo forzar siempre la ruta más rápida (y dejar lo “eco” como alternativa)
- Abrir Google Maps.
- Tocar la foto de perfil (arriba a la derecha).
- Ir a Ajustes → Ajustes de navegación.
- Deslizar hasta Opciones de ruta.
- Desactivar “Dar prioridad a rutas con ahorro de combustible”.
Listo. Con ese switch, Maps vuelve a priorizar la ruta más veloz según tráfico y eventos en tiempo real. Las rutas eficientes seguirán visibles con su hoja (para comparar de un vistazo), pero ya no serán la primera sugerencia.
¿Cuánto se gana y cuánto se pierde?
En la práctica, la diferencia típica es 2–3 minutos menos a cambio de 1–3 km más (puede variar por ciudad, hora y estado del tráfico). Quien conduce a diario quizá prefiera tiempo; quien hace viajes largos puede agradecer consumo y suavidad. Lo importante es que ahora la elección es consciente:
- Tiempo vs. combustible: ajuste fino según la necesidad del trayecto.
- Comparación clara en pantalla: rápida vs. eficiente, sin adivinar.
- Control del usuario: un toque y cambia la prioridad.
Ojo, que Apple también se subió al carro
No es solo cosa de Google: Apple Maps también muestra opciones más eficientes (sí, otra hojita verde). Moraleja: revisar la ruta sugerida antes de arrancar se vuelve parte del ritual, como mirar el combustible o el modo de conducción.
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En resumen
Para días zen, la ruta eco es una gran aliada del bolsillo y del planeta. Para sprints urbanos, conviene reactivar la prioridad “rápida”. Lo mejor: ambas conviven; la app compara por usted y usted decide. Porque a veces lo que más se quiere ahorrar no es gasolina, sino minutos.

