El panorama de la robótica humanoide se sigue poblando de nuevos competidores, pero el debut del primer prototipo ruso, bautizado como AIdol, ha estado marcado por un incidente que rápidamente se ha vuelto viral: una caída en plena presentación en Moscú.
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El robot, desarrollado por un equipo técnico ruso, fue retirado del escenario temporalmente para revisar sus sistemas de equilibrio y software de control, un revés que ha eclipsado sus características más prometedoras y ha desatado un debate sobre la posición de Rusia en la carrera global de la Inteligencia Artificial y la robótica.
El tropiezo en el escenario y el debate tecnológico
Según reportes, el incidente ocurrió durante una demostración en vivo. AIdol, que fue presentado como un gran avance nacional, sufrió un inesperado tropiezo que lo llevó al suelo. Aunque el equipo técnico subrayó que el robot aún está en fase de pruebas y que el proceso de mejora continúa, la caída fue rápidamente difundida en plataformas digitales.
El tropiezo de AIdol reaviva la controversia sobre el verdadero nivel de avance de la robótica rusa en comparación con gigantes como Boston Dynamics (EE. UU.) o Figure AI. Históricamente, Rusia ya ha enfrentado escepticismo en este campo, como lo demostró el incidente de ‘Boris’ en 2018, que resultó ser un hombre dentro de un disfraz. Aunque AIdol es un prototipo genuino, su inestabilidad inicial refuerza las dudas sobre la sofisticación de su software de equilibrio y navegación.
Características prometidas: Empatía y comunicación natural
Pese al fallo en la movilidad, los desarrolladores han destacado que la fortaleza central de AIdol reside en su capacidad de software. Su principal característica es la habilidad para comunicarse de forma natural con los humanos, utilizando expresiones faciales y comportamientos que buscan replicar la empatía humana.
El equipo técnico tiene como objetivo que AIdol se convierta en un prototipo clave para desarrollar futuros sistemas robóticos rusos. Tras la caída, AIdol fue retirado para revisión, pero los desarrolladores han mantenido que seguirán trabajando para estabilizar la plataforma mecánica y el software de control.
El precedente de fedor y el sentimiento de la competencia
El incidente ocurre años después de que Rusia enviara a su robot humanoide Fedor a la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2019. Fedor, un robot manipulador que operaba a control remoto, marcó un hito en el espacio, pero su limitada autonomía lo situaba muy por debajo de la inteligencia artificial prometida en el ámbito de la robótica de consumo.
La presión geopolítica obliga a los países a mostrar avances constantes en la IA y la robótica. El fracaso de AIdol contrasta con las presentaciones fluidas de otros humanoides internacionales, lo que inevitablemente somete a la robótica rusa a un escrutinio más intenso.