Silicon Valley está lleno de titulares como “Google recorta”, “Meta reestructura” o “Amazon automatiza y despide”. Desde 2023, la gran tecnología ha perdido más de 150.000 puestos de trabajo en un abrir y cerrar de hojas de Excel. Pero hay una compañía que no aparece en esos titulares: Apple.
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La empresa de la manzana no ha hecho despidos masivos en casi tres décadas. Desde aquella legendaria reestructuración de 1997 con el regreso de Steve Jobs, Apple no ha anunciado ni un solo recorte a gran escala. ¿Cómo es posible? Vamos por partes.
Apple no despide porque nunca se infló de más
En cada crisis económica —2001, 2009, 2016, 2020— Apple hizo lo mismo: no despedir, solo contratar más lento. Mientras otras como Amazon, Google o Microsoft entraban en modo “contrato como loco y después veo qué pasa”, Apple optó por crecer a paso constante.
- En 2001, con una caída del 33% en ingresos, ni un despido.
- En 2009, cuando el crecimiento se desplomó de 56% a 15%, nadie fue a la calle.
- En 2020-2022, cuando Meta y Google competían a muerte por talento, Apple no subió sueldos ni se volvió loca contratando.
¿Resultado? Cuando vino la ola de recortes… Apple ya estaba preparada.
Contratar lento es el nuevo superpoder
Desde 2018, Apple ha tenido el ritmo de contratación más bajo entre las grandes tecnológicas. Mientras los demás inflaban equipos con miles de nuevos empleados, Tim Cook mantuvo el mismo paso firme de siempre.
“Crece solo cuando lo necesitas” — parece simple, pero en un mundo que adora inflar cifras, es casi revolucionario.
Incluso durante la pandemia, cuando otras compañías fichaban a medio planeta, Apple dejaba algunos equipos cortos, obligando a hacer más con menos. Muchos criticaron esa decisión… hasta que llegaron los despidos masivos en 2023. Apple, mientras tanto, seguía como si nada.
¿Y si pierden talento? No importa, no hacen compras impulsivas
Sí, Apple también pierde empleados. Algunos se han ido a OpenAI, otros a Anthropic, o a proyectos de IA más audaces. Pero Apple no reacciona con compras millonarias ni guerra de sueldos.
No compran compañías por equipos de ingenieros (salvo excepciones como Beats), no fichan por pánico. Prefieren construir talento interno, aunque eso signifique llegar más tarde a algunas tendencias.
Por eso Siri no es aún líder, el Vision Pro sigue siendo de nicho, y su IA está recién despegando. Pero cuando llegan… suelen llegar para quedarse.
Contratar mal es caro. Despedir mal, más aún
Desde que Jobs cortó por lo sano en 1997, Apple aprendió algo clave: los despidos masivos son síntomas de mala planificación. Mejor prevenir que recortar después.
Tim Cook sigue ese manual al pie de la letra:
- Contrata despacio
- Desarrolla internamente
- Evita la sobrecarga de personal
- Crece a tu propio ritmo
Esa filosofía no solo evita despidos: asegura longevidad.
El precio de la estabilidad: innovación más lenta, pero más segura
Claro, todo tiene su coste. Mientras Meta explora IA generativa a toda velocidad y Google lanza productos en beta cada semana, Apple va más lento. Siri aún no es revolucionaria. Las gafas Vision Pro no son masivas. Su plegable está en desarrollo... pero no lidera ninguna categoría emergente de forma agresiva.
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¿Entonces? Apple prefiere no ganar rápido, pero tampoco perder de golpe. Su apuesta es a largo plazo. Y hasta ahora, parece estar funcionando.