Cuando Trump Mobile anunció el “T1 Phone”, todo apuntaba a una declaración de guerra contra Apple, China y cualquier cosa que no oliera a “Made in USA”. Pero esa épica duró poco. El smartphone resultó ser un modelo chino, rehecho con Photoshop y sin fecha de entrega real. Ahora, la nueva estrategia es más sencilla: vender iPhones reacondicionados... pero más caros que en cualquier otro lugar.
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¿El precio de la libertad digital? 489 dólares por un iPhone usado
En la tienda oficial de Trump Mobile, un iPhone 14 reacondicionado cuesta 489 dólares. El mismo modelo puede conseguirse por unos 335 dólares en Amazon. Eso son más de 150 dólares de diferencia por exactamente el mismo dispositivo, solo que con una envoltura más patriótica.
También ofrecen un iPhone 15 reacondicionado por 629 dólares, mientras que en otros sitios se pueden encontrar modelos más nuevos —como el iPhone 16— a precios similares o incluso más bajos.
¿La justificación? Según Trump Mobile, el iPhone es ahora “un paso audaz hacia la independencia inalámbrica”. Aunque, en realidad, todo funciona sobre la red de T-Mobile y los dispositivos ni siquiera son nuevos.
El T1 Phone: promesa incumplida que sigue en preventa
Para entender este desvío, hay que recordar el inicio del proyecto. El “T1 Phone” iba a ser el gran golpe de efecto: el primer smartphone diseñado y fabricado en suelo estadounidense, con pantalla AMOLED, 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento.
La realidad fue otra. El modelo presentado era una copia del REVVL 7 Pro 5G, un teléfono chino de unos 180 dólares. Las imágenes eran generadas por IA, los renders eran falsos y, aun así, Trump Mobile sigue aceptando depósitos de 100 dólares para reservarlo. ¿Entrega estimada? Nadie lo sabe.
Apple, más americana que el Trump Phone
Lo irónico del caso es que, mientras Trump Mobile habla de patriotismo, Apple ha invertido miles de millones en investigación, desarrollo y fabricación parcial en EE.UU.. Sus chips Apple Silicon ya se producen en Arizona, y la empresa da trabajo a más de 150.000 personas en el país.
¿Y Trump Mobile? No diseña, no fabrica y no desarrolla tecnología propia. Solo licencia el nombre Trump para vender productos fabricados por terceros.
Un pequeño aviso legal en su sitio web aclara que la empresa no pertenece directamente a la Trump Organization, aunque Donald Trump Jr. ha aparecido promocionando el producto. Entre política y marketing, la línea se vuelve difusa.
El negocio del logo
Más allá de la tecnología, el caso de Trump Mobile parece responder a un modelo simple: vender más caro un producto común, usando una marca cargada de simbolismo político. El resultado: un iPhone viejo, más caro, envuelto en eslóganes de “libertad inalámbrica”.
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¿Funcionará esta estrategia? Eso lo dirán las ventas. Pero por ahora, el “smartphone hecho en América” ha terminado siendo, literalmente, un iPhone de Apple fabricado en China.