La robótica se subió al escenario en Corea del Sur, pero no para bailar, sino para demostrar de qué están hechas las guerras del futuro. En un evento que parece sacado de una película de ciencia ficción (pero con presupuestos bien reales), Seúl abrió las puertas de su feria de defensa más grande hasta la fecha, y dejó claro que el ejército surcoreano ya no juega con balas de fogueo.
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600 empresas, una misión: conquistar el futuro (y los mercados)
La ADEX 2025 —la feria Internacional Aeroespacial y de Defensa de Seúl— despegó oficialmente con exhibiciones aéreas de alto impacto y una clara consigna: mostrar al mundo lo último en tecnología militar, con un enfoque especial en armas no tripuladas e inteligencia artificial.
Con más de 600 empresas de 35 países participando, el evento dejó claro que la competencia global por dominar el mercado de defensa ya no se libra solo en el terreno, sino en la innovación.
Drones kamikazes y cañones inteligentes
Entre las vedettes de la feria estuvo Hanwha Aerospace, que presentó su renovado obús autopropulsado K9, ahora con cerebro artificial. ¿Tripulación? Opcional. Gracias a la automatización, este cañón puede operar casi por sí solo, reduciendo la necesidad de soldados y aumentando la eficiencia.
Pero eso no fue todo: Hanwha también mostró el L-PGW, una munición que vuela, busca su objetivo usando IA y se lanza en picada como un halcón entrenado en ingeniería. Sí, es un dron suicida, y no es el único en su tipo.
Una feria que también vende
Detrás del espectáculo hay un objetivo claro: vender. Corea del Sur ha convertido a la industria de defensa en una de sus exportaciones estrella, y con acuerdos millonarios en países como Arabia Saudita, Canadá y Estados Unidos, su presencia global crece año tras año.
Según el ministro Seok Jong-gun, el plan es expandir su red de exportaciones y fortalecer la cooperación internacional, con especial énfasis en construcción naval militar. Aunque esto ha generado tensiones con China, que ya ha respondido con sanciones a algunas empresas surcoreanas.
¿Y por qué tanto foco en lo autónomo?
Con una población en declive y menos jóvenes disponibles para el servicio militar, Corea del Sur está apostando fuerte por soluciones automáticas. Armas que piensan, que vuelan solas y que eliminan al enemigo sin intervención humana no solo son futuristas: son prácticas.
Tecnología en lugar de soldados
Más allá del despliegue visual, lo que dejó claro ADEX 2025 es que Corea del Sur está rediseñando su defensa nacional para que se parezca más a un laboratorio de ciencia avanzada que a un cuartel tradicional. Y lo está haciendo rápido.
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La guerra del futuro, al parecer, no se peleará solo con músculo, sino con algoritmos bien armados.

