El enigmático cometa interestelar 3I/ATLAS ha revelado una nueva sorpresa: actividad de vapor de agua. Astrónomos utilizando el Telescopio Ultravioleta/Óptico a bordo del Observatorio Neil Gehrels Swift de la NASA detectaron gas hidroxilo (OH), el cual funciona como la huella química del agua.
Este descubrimiento, publicado el 30 de septiembre de 2025, es considerado un hito importante, ya que permite por primera vez medir la actividad de un objeto interestelar en la misma escala que se usa para estudiar los cometas nativos de nuestro sistema solar.

Agua donde no se esperaba
Lo más destacado de este hallazgo es la distancia a la que se produjo la detección: el Swift Observatory encontró el rastro de hidroxilo cuando el cometa se encontraba casi tres veces más lejos del Sol que la Tierra.
Normalmente, a tales distancias, la mayoría de los cometas de nuestro sistema solar permanecen inactivos. Esto sugiere que el 3I/ATLAS posee hielos más complejos y en capas que se vaporizan bajo el calor solar, incluso cuando es tenue.

El cometa, el tercer objeto interestelar detectado (después de ‘Oumuamua y Borisov), está liberando agua a una tasa de aproximadamente 40 kg por segundo.
Cometas: La firma química de otros planetas
La química del 3I/ATLAS refuerza la idea de que los bloques de construcción de los cometas —y, por extensión, de los sistemas planetarios— varían drásticamente de una estrella a otra:
- 1I/’Oumuamua fue notablemente “seco”.
- 2I/Borisov fue rico en monóxido de carbono.
- 3I/ATLAS ahora entrega agua a distancias inesperadas.

El astrónomo Dennis Bodewits, de la Universidad de Auburn, señaló que cuando se detecta agua de un cometa interestelar, se está leyendo “una nota de otro sistema planetario”, y “nos dice que los ingredientes para la química de la vida no son exclusivos de la nuestra”.
Cada uno de estos cometas interestelares está reescribiendo lo que se creía saber sobre cómo se forman los planetas y los cometas alrededor de otras estrellas de la Vía Láctea.

