El Papa León XIV abordó uno de los debates más sensibles del futuro tecnológico: la integración de la Inteligencia Artificial (IA) en el campo de la salud. En una audiencia con la Confederación Médica Latinoiberoamericana y del Caribe (CONFEMEL), el sumo pontífice fue claro al establecer la frontera entre la herramienta y el ser humano.
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León XIV afirmó que la IA “puede y debe ser una gran ayuda para mejorar la asistencia clínica”, pero “nunca podrá ocupar el lugar del médico”. El argumento central del Papa no se basa en la competencia técnica de la máquina, sino en el factor humano de la atención.

“El algoritmo nunca podrá sustituir un gesto de cercanía o una palabra de consuelo”, declaró el Papa León XIV (Infobae).
Contacto físico y empatía: El límite del software
La posición del Vaticano subraya que la relación terapéutica es fundamentalmente una relación entre dos personas (médico y paciente) que involucra sus “cuerpos y su interioridad, con su historia”.
- Complemento, no Reemplazo: El mensaje de León XIV se alinea con una visión que ve la IA como una herramienta poderosa para el diagnóstico o la optimización de tareas, pero no como un sustituto del vínculo de confianza y empatía.

La voz crítica
Esta perspectiva se contrapone directamente a las visiones más radicales de la tecnología, como las de algunos empresarios de Silicon Valley que predicen la inminente sustitución de los profesionales de la salud por sistemas automatizados.
Por ejemplo, el catedrático Julio Mayol ha advertido que herramientas como GPT-4 podrían hacer que médicos, enfermeras y farmacéuticos “no sean necesarios para los pacientes” (20 Minutos).

Al final, para el Papa León XIV, el diálogo, la comunicación y el contacto físico son elementos imprescindibles que permanecen inalcanzables para cualquier desarrollo algorítmico, y que definen la labor del médico como una “reserva de amor” que trae esperanza a quienes sufren

