Si pensabas que quedarse sin cobertura era parte de la aventura… Elon Musk está decidido a arruinarte el chiste. El magnate ha puesto en marcha un plan para ofrecer cobertura móvil global —sí, global global, de verdad— gracias a su red satelital Starlink y su ambicioso servicio Direct to Cell.
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¿Qué ha hecho ahora?
El pasado 8 de septiembre, SpaceX compró el espectro en la banda S de EchoStar, junto con licencias internacionales, por la módica suma de 17.000 millones de euros. ¿Qué se lleva con eso? Un pase VIP para usar frecuencias clave en todo el mundo y, de paso, quitarse de encima a un rival que tenía licencias pero no red.
Con esta jugada, Musk tiene el marco legal y técnico para llevar señal móvil satelital a todos los rincones del planeta, incluso a donde Google Maps dice “ni lo intentes”.
Una red con hambre de cielo
Hasta ahora, la red Direct to Cell cuenta con más de 600 satélites dando vueltas por el espacio. Ofrecen conectividad 4G básica, pero el plan es pasar a 5G y aumentar la capacidad hasta 100 veces más. Esto significa que, siempre que tengas cielo despejado, podrás mandar un WhatsApp o ver videos de gatos estés donde estés —sí, incluso desde un kayak en el Ártico.
Según analistas de TMF Associates, esta compra deja a la competencia —como AST SpaceMobile o incluso la alianza entre Apple y Globalstar— en una posición incómoda. Tendrán que replantear sus estrategias si no quieren ver cómo Starlink les pasa por encima.
Starship: la pieza que faltaba
Para hacer que todo esto funcione como un reloj suizo, Musk cuenta con Starship, el cohete gigante de SpaceX. Ya hizo su décimo vuelo de prueba y liberó varios simuladores de satélites Starlink, demostrando que está listo para entrar en acción a lo grande.
Mientras que un Falcon 9 lanza apenas unos 20 satélites mini por viaje, Starship puede poner en órbita cargas mucho mayores y con tecnología más avanzada. Los próximos satélites Starlink V3 usarán propulsores de argón de efecto Hall (tecnología espacial nivel ciencia ficción), lo que los hace más eficientes y potentes.
¿El resultado? Cada lanzamiento con Starship podría sumar hasta 60 terabits por segundo de capacidad. Eso es más de veinte veces lo que se consigue con un Falcon 9. Imagina eso, pero en tu bolsillo.
¿Por qué tanto alboroto?
Porque esto ya no es teoría. Elon Musk va en serio. Internet desde el espacio, para todo el planeta, con buena señal hasta en el Polo Norte, ya no es un sueño loco: es un plan en marcha con miles de millones de euros detrás y tecnología lista para despegar (literalmente).
Así que la próxima vez que alguien diga que no tenía señal para contestarte... ya sabes a quién culpar: a Elon Musk y su cobertura sin fronteras.
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¿Quién necesita antenas cuando puedes tener satélites?

